ISMAEL GONZÁLEZ IBARRA, ASUMIÓ LA PRESIDENCIA DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE NAYARIT

02 / Octubre / 2018

Por: Martín García Bañuelos.

Tepic. - El pasado fin de semana culminó con gran satisfacción su encomienda como Magistrado Presidente del Tribunal Superior de Justicia Pedro Antonio Enríquez Soto, quien a lo largo de ocho años dirigió con acierto dicho organismo en el cual logró alcanzar muchos retos que se propuso de manera personal en beneficio de la sociedad nayarita.

Acompañado del Gobernador del Estado, Antonio Echevarría García y por el Presidente del Congreso del Estado, Leopoldo Domínguez González, mediante su protocolaria Toma de Protesta ante los magistrados ahí presentes le dieron la bienvenida al nuevo Magistrado Presidente, Ismael González Ibarra, quien a partir del día de ayer uno de octubre asume dicha representatividad con duración de cuatro años en el cargo.

Por lo que con un breve mensaje el nuevo titular del TSJN, dijo: saludo cordialmente al Gobernador del Estado, Antonio Echevarría García, al Presidente del Congreso Estatal, Leopoldo Domínguez González y al Magistrado Pedro Antonio Enríquez Soto a quien hago un respetuoso reconocimiento, al Pleno del Tribunal Superior de Justicia, por la labor jurisdiccional que diariamente realizan.

Gracias por otorgarme su confianza de forma unánime para desempeñar la más alta responsabilidad a la que cualquier servidor judicial y cualquier jurista pueden legítimamente aspirar, lo entiendo como una responsabilidad derivada de un mandato colegiado, al que me honro en pertenecer, ajeno a cualquier otro interés, me dirijo respetuosamente al foro judicial, a las compañeras y compañeros de esta institución, que tanto se les estima, se les reconoce y admira.

Será una presidencia solidaria y de trato humano con todo el personal, privilegiando el diálogo sincero y abierto con todos los compañeros y, que el liderazgo del Poder Judicial no sea unipersonal, que sea sin distinciones ni privilegios para nadie, éste es el mandato político que recibo del colegio de magistradas y magistrados, y el de actuar conforme a la Constitución y a la Ley, me conduciré con absoluta pulcritud en la responsabilidad administrativa, con irreprochable conducta en la función jurisdiccional y, desde luego, congruente en mi vida privada, con humildad y modestia para reconocer errores y corregir el rumbo.

Por último, señaló al decir, la mirada de la sociedad está puesta en nosotros; aprovechemos esta gran oportunidad para fortalecer la imagen del Poder Judicial, la sociedad nos reclama una impartición de justicia pronta y expedita, sin corrupción, sin abusos y sin predilecciones para nadie, la sociedad necesita ahora, más que nunca, confiar en los impartidores de justicia y debemos estar a la altura de esa demanda.