Entrevist-arce: LA CANTANTE LILIANA -1 DE 2 PARTES-

RIGOBERTO GUZMÁN ARCE

03 / Octubre / 2018

Era lo natural, una puerta sonora, ventanas armónicas para conocerla; recibo varias llamadas que no contesto porque traigo el móvil en silencio, esa rara costumbre que hasta me llegan reclamaciones de amigos que tengo, al tiempo. Se me quedó como resabios de aquella época de maestro que para nada quería interrumpir alumnos en el fuego del pensamiento.

Estoy en un lugar esperando ser recibido y por inercias reviso las redes sociales y en WhatsApp, tengo un clip de voz; subo el volumen y escucho una de las voces más impactantes, entre lo dulce y locución. Es una invitación para estar presente en un programa cultural de Radio Aztlán para este viernes a principios de septiembre, mes largo y sufrible para mi alma por esos recuerdos pavorosos.

Es un bálsamo acompañar a mi amigo Benjamín, estar en el viaje imaginando otras cosas que me hagan sentir mejor. Todo iba muy bien, hasta que de un domicilio tan fácil el taxista se destanteó y de La Loma, por Insurgentes fuimos a dar hasta lo que fue casa de gobierno, irnos preguntando a vecinos y nadie supo nada. Llamo por teléfono y nos ubican el domicilio, esta vez no sirvió la tecnología del llamado GPS. El taxi me cobró como si hubiese ido a la luna, pero bueno.

Me asombro porque parece un prisma el edificio, cristales y moderno. Creí que de nuevo estaba equivocado, pero no allí estaba la identificación con sus letras grises y azul tenue. Ingreso un tanto titubeante y cruzo algunas puertas entre jóvenes y movimientos. Distingo a Benjamín y su señora esposa Laura María, nos saludamos con gusto.

Como siempre nuestro saxofonista ixtlense viste impecable. De pronto sale de una cabina una mujer vestida de negro y pelo atado por un lado con una flor, de reloj y pulseras. No saludamos todos y en el barullo de pronto ya estoy dentro de una cabina con dos músicos populares, es para mí un oasis porque el programa se llama, el de las once de la mañana, Cuéntame una Canción, que fluye como un río luminoso y musical con la canción de Consuelito Velázquez, Bésame mucho, canción eterna, sensual y sugerente para que toda mujer solicite lo que para los hombres es el cielo en cualquier esquina, en cada instante que lo fugaz queda eterno entre los cables, la mesa amplia y la identificación.

Hay más espacios que hurgo, observo las manos de la presentadora y la paciencia cuando canta Lorenzo González la famosa canción. También otra ésta en la atmósfera del amor, Gracias a la vida de Violeta Parra que también la hizo famosa Mercedes Sosa. La tarareo mientras Liliana con un corazón tan grande como el mundo sigue feliz junto con su collar.

Participo en dos veces en el escalofriante micrófono grande, hablo del amor y estoy a punto de lanzarme al vacío de mis sentimientos cuando sentí lo rápido del tiempo. Filmo a Benjamín y capturo las imágenes finales, juntos, separado, poses y sinceridades, en las maravillas de las cámaras integradas, si Víctor Chávez supiera, nuestro fotógrafo provinciano.

Soy testigo del trabajo de compañeros, uno en el control desde fuera, otro como ayudante y Liliana muy dominante de la frecuencia con su voz maravillosa, la modula y se siente tan bien escucharla. Después le comenté que el destino celestial la envío a esta planeta con este encargo.

Las doce y me animo para presentarme ahora sí en forma a la presentadora de mirada amable y gestos amistosos, cariñosa a raudales cuando nos presentamos con calma. Liliana Hernández, es un gusto conocerte y vengo a entrevistarte por Facebook in Live y escrita para El Regional, para Gente y Poder. No se lo esperaba.