¡Increíble!, ¿Verdad?

FRANCISCO JAVIER NIEVES AGUILAR

13 / Febrero / 2019


Juan Valenzuela Loera, de 19 años, acababa de salir de un baile cuando escuchó una serie de disparos que no sabía de donde provenían. Momentos después se sintió herido; varias personas lo auxiliaron y lo trasladaron rápidamente al hospital más cercano.

La herida era de una bala calibre 22 que le pegó justo en la frente. El reporte médico dice que la bala siguió una trayectoria caprichosa le pegó en el hueso y luego se desvió hasta la sien izquierda donde registró su salida. Por fortuna el jovencito hoy vive para contarlo.

¿Increíble verdad?... Pero en efecto: El proyectil le pegó en la frente, le salió por la sien y él se recupera sin ningún problema.

Juan puede decir que después de este accidente volvió a nacer, ya que la bala que le dio justo en la frente no le causó graves problemas. De manera milagrosa continúa vivo. Y para fortuna de su familia solo permanece en reposo y saldrá del hospital rápidamente.

Casos como estos son raros. Pocos escapan ante una situación así; y cuando nos damos cuenta que alguien estuvo al borde de la muerte y salió ileso no dejamos de sorprendernos.

Buena suerte dicen muchos; pero otros se preguntan: ¿Será la suerte quien define nuestro destino?; ¿Será la casualidad quién gobierna nuestro futuro?; ¿Realmente unos se salvan solo por buena suerte?

Probablemente usted no ha enfrentado una situación tan crítica; pero, ¿De cuántas situaciones difíciles ha salido bien librado?

No es posible si contemplamos hacia el pasado que todo haya sido buena suerte. Estamos vivos con un propósito. Dios ha guardado nuestra vida de muchos peligros y algunas veces nos ha arrebatado de la misma muerte, aunque no veamos su misericordia detrás de la aparente buena suerte, él ha estado presente en todo momento, su protección y cuidado son los responsables de que aún estemos vivos.

Cada día que vivimos es una nueva oportunidad que Dios nos brinda; y cuando escapamos del peligro no es debido a nuestra astucia. Dios extiende su mano para librarnos y nos recuerda constantemente que su amor es inmenso y que él quiere ayudarnos a enderezar nuestro camino

Por lo tanto no desaproveche hoy la oportunidad porque mañana podría ser demasiado tarde. Arregle sus cuentas con él, no deje pasar el tiempo, ríndale su vida y entréguele su corazón. Él le ha librado de muchas y espera que aproveche las oportunidades, rectifique su camino y arregle su vida.