¡Ya ni la amuelan!

FRANCISCO J. NIEVES

09 / Marzo / 2022

Las querellas por los delitos de difamación, amenazas y lesiones han crecido en los últimos meses, siendo los principales actores mujeres que pelean al marido, al novio o hasta el mismo amante, en la zona sur.

Sobre el caso, un afamado litigante, cuyo nombre nos reservamos por su propia delicadeza, dijo que este tipo de casos está creciendo de manera alarmante, tanto en Ixtlán, como en Ahuacatlán y Jala; y en menor escala en Amatlán de Cañas y en donde siempre de dos a tres mujeres tienen que pelear por un hombre.

No falta la querella de aquella mujer que fue difamada por la vecina o insultada por la misma por supuestos amoríos con el marido, o de la amante agredida por la esposa, casos que al final de cuentas son resueltos jurídicamente en las instancias correspondientes.

En Ixtlán –dice- existen al menos tres lugares donde se practica la prostitución abiertamente -pero no dio más detalles-; e indicó que es precisamente ahí donde comienza la desintegración de algunos hogares, pues es bien sabido que hay quienes se gastan su dinero en las mujeres que venden su cuerpo y a sus casas llegan sin un peso.

Por otra parte, comentó que la infidelidad es una falta de la que tarde o temprano la pareja se va a dar cuenta, dejando secuelas de odio, amargura y resentimiento, se crea una desconfianza que lleva a la pareja a la separación.

En este error incurren principalmente los hombres por el machismo que aún existe en el medio, no obstante algunas mujeres emprenden aventuras amorosas sin importarles sus hijos, quienes son los más afectados con esta situación, asentó.

Buscando la discreción, el citado litigante reveló que, por informes de sus clientes, se enteró que son los hoteles y moteles de Ixtlán los sitios donde suelen recurrir los hombres y mujeres infieles, pero también comentó que algunas parejas utilizan fincas en obra negra para descargar sus instintos.

Entre los infieles aparecen hombres y mujeres que ante la sociedad observan una conducta aparentemente respetuosa gentes de aquí y de allá, de la colonia o del barrio, de todos los oficios incurren en estas prácticas que atentan contra la moral de la familia, ¡Y lo peor de todo es que cada vez más se acrecientan los casos de infidelidad!