EL RITMO DE LA VIDA: Que ya se pongan a trabajar en la UAN

Por Pepe Reyna

05 / Agosto / 2022

Ya es tiempo de que en la Universidad Autónoma de Nayarit se pongan a trabajar y que se dejen a un lado los chismes que no conducen a nada bueno. Y es que para chismes con el anterior rector se tuvo suficiente.

Con la elección y toma de posesión de la nueva rectora esperaba todo mundo que las cosas se arreglaran al interior de esa institución, ya que fuera de ella el desprestigio en que se encuentra hundida no es como para estarlo manejando eternamente.

Durante la campaña para el cambio rectoral de dicha universidad, se manejó con bastante insistencia el nombre de Norma Galván, o sea la persona que se consideraba ideal para corregir rumbo y darle su adiós definitivo a los seis inútiles años bajo el decepcionante mando del que se acaba de ir.

Sin embargo, hace menos de un mes que llegó el relevo al alto cargo de la llamada Casa Máxima de Estudios de Nayarit, pero, ¿qué ha sucedido en ese corto tiempo, además de los chismes que en que se ha visto envuelta la nueva rectora? Ciertos o falsos, pero a la maestra Galván le ha llovido fuerte en su milpita, incluso a través de medios de comunicación que desde el momento de su destape contó con la ayuda de los mismos. Incluso en detrimento de otros candidatos que no fueron simpáticos para los periodistas.

Ahora, son los propios comunicadores los que aparecen como decepcionados de la Galván, comenzando con el nombramiento de una jefa de prensa que ni siquiera un triste boletín les ha enviado, ni tampoco se ha dejado escuchar en defensa de un cronista deportivo local que se queja de que no se le permitió entrar a la zona de la propia UAN donde se efectuaba un evento de interés para el quejoso.

Confieso que a la nueva rectora no he tenido la oportunidad de conocerla, pese a que se trata de la esposa de un amigo mío, ni mucho menos he podido entrevistarla por aquello del ambiente tramáutico que nos dejó el saliente jefe de prensa, un señor de apellido Orozco, a quien ni siquiera le merecimos los periodiqueros un saludo aunque fuera de compromiso. ¿Dónde quedó Luchi Narváez que nos dejó tan mal acostumbrados, por lo menos en lo que toca a la Universidad y no en el negativo trienio municipal de Pancho Javier Castellón Fonseca?

Y lo que son las cosas, a la maestra Norma, bastante respetable en lo que a mí corresponde, se le viene acusando de nepotismo en cuanto tuvo en sus manos las riendas de la UAN, semejante a lo que ocurre con la alcaldesa Geraldine y sus presuntos favorecidos por ella, o sea el mismo cuento de siempre y el mismo ambiente de desprestigio que castiga a quienes llegan a un cargo importante.

En fin, ahora la importancia para la población universitaria y para la de Nayarit en general, estriba en que la UAN debe ya de recomponer su situación. Pudiera decirse que se impone ahí el borrón y cuenta nueva si no fuera por lo que ahora mantiene en el agujero negro del desprestigio a una institución que fue, en sus mejores tiempos, ejemplo de superación.

Etapas aquellas en que a la Universidad nayarita le sobraba el dinero y escasamente se le vinculaba con la corrupción, cuando a los periodistas, incluso, se les recibía ahí con los brazos abiertos y no con la prohibición del paso a sus instalaciones, de acuerdo a la queja del compañero supuestamente ofendido.