EL RITMO DE LA VIDA: Inversión millonaria en edificios escolares a punto del derrumbe

Por Pepe Reyna

06 / Septiembre / 2022

Hasta que se abordó un tema que ha venido pasando desapercibido desde hace varios gobiernos nayaritas. El relacionado a edificios escolares a punto del desplome, algunos de ellos a un paso de caer completos sobre la humanidad de cientos de niños y jóvenes con necesidad de estudiar.

Entrevistado al respecto el gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero, habló este sobre la situación que impera en los inmuebles destinados a la educación y de plano señaló que una gran mayoría de tales establecimientos se encuentran mal en su muy gastada construcción y que habrá necesidad de repararlos o derribarlos.

Se refirió, como un ejemplo de ello, a la escuela Miguel Hidalgo, en Tepic, donde padres de familia aprovecharon el inicio del ciclo escolar para protestar por la situación que guarda dicho edificio y que no es otra sino la de estar amenazando con caer de un momento a otro.

Tras lo anterior vino a mi mente toda una serie de inmuebles escolares que no han caído sobre alumnos y personal docente porque Dios es muy grande.

Recordé que no hace mucho tiempo hubo problemas de ese tipo en otra escuela de la capital Nayarit, la Amado Nervo ubicada en el cruzamiento de las calles Lerdo y León, un viejo edificio cuyos techos pueden venirse para abajo con cualquier temblor de tierra o tormenta huracanada.

En esa ocasión se habló, incluso, de cerrar el añejo edificio y trasladar su funcionamiento a otro lugar de Tepic, con la realización de una obra digna y menos peligrosa como la actual. Se hizo notar, desde luego, la inconformidad de una gran mayoría de padres de familia que no estaban muy de acuerdo en que sus hijos fueran llevados a instalaciones lejanas del centro, luego de la comodidad que les representaba un edificio situado en el mero centro capitalino, a la mano de cualquier familia.

Dicha escuela, llena de historia y con una arquitectura envidiable, parece imposible de ser sustituida por una moderna construcción, incluso en el mismo lugar donde se ubica. Ha sido objeto de algunas reparaciones a medias, no satisfactorias, pero el riesgo del derrumbe persiste y crea para el alumnado y el personal docente una situación de mucho riesgo que no alcanza a ser entendida por los padres de familia que prefieren permanecer en el sobresalto antes que permitir que sus hijos se vayan lejos del centro de la ciudad.

Y así como la escuela Amado Nervo existen muchas más, no sólo en Tepic sino en diversos municipios nayaritas, sujetas a viejas estructuras y con techos y paredes al punto del desastre.

De ahí, pues, la oportunidad que se ha tenido de abordar el tema frente a la autoridad estatal, con extensión a las del ámbito federal, y lo más importante con la promesa de que el problema podría encontrar solución en este mismo nuevo ciclo escolar. Con una inversión de muchos millones de pesos, entre reparaciones adecuadas de edificios escolares bastante dañados por el paso del tiempo y, seguramente, en casos de extrema urgencia, con la construcción total de inmuebles que podrían sustituir a los que están a punto de caer.

Lo peor de todo este asunto ha sido comprobar cómo fue ignorado por tantos gobiernos anteriores, sexenio tras sexenio y un despreocupado cuatrenio, donde la comodina actitud de los mandatarios en turno optaron por evadir el cuadro de edificios escolares en pleno deterioro, y más la despreocupación de padres de familia que jamás midieron el peligro que sus hijos tenían sobre sus cabezas y vidas, hasta ahora en que el problema ha saltado a la vista de todo mundo y con la declaración gubernamental de que la cosa es seria, bastante sería.