EL RITMO DE LA VIDA: En octubre dicen adiós los huracanes

Por Pepe Reyna

07 / Octubre / 2022

Aunque en el calendario meteorológico se fija el día último de noviembre de cada año como el fin de las tormentas tropicales y de los huracanes, suele ser en la segunda quincena de octubre, concretamente a fines de este mes, cuando ese tipo de meteoros nos dicen adiós y hasta el año que entra.

Es al inicio de noviembre, allá por el Día de Muertos, cuando se presentan los últimos nublados y alguna que otra lluvia, pero de acuerdo a los más viejos de la región, en el caso de Nayarit, ha sido poco más del 20 del mes de San Francisco cuando las tormentas que nos mantienen con la angustia encima llegan a desaparecer, aunque sí pueden ser los más fuertes y preocupantes del año.

El fenómeno que acaba de pasar por un lado de Nayarit estuvo a punto de convertirse en otro Kenna, aquel que vino a darnos un repaso hasta la capital nayarita, ya bastante disminuido luego de haber hecho de las suyas en San Blas, no logró alcanzar la fuerza de 5 ni tampoco nos dio el baño que casi todos los nayaritas temían.

La ruta que debía seguir el denominado Orlene ya estaba prevista para medio rascarle al norte de nuestro estado y de ahí enfilar hacia tierras de Sinaloa donde se esperaba un desastre, que no se dio, para terminar como depresión tropical en el vecino estado de Durango.

Y a pesar de que los anuncios al respecto no daban posibilidades de que el meteoro nos afectara de fea manera, de todos modos a la gente en Nayarit le entró el nerviosismo elevado, las autoridades competentes optaron por extremar precauciones por aquello de que más vale exagerar a que cualquier omisión venga a causarnos un daño que pudiera haber sido enorme.

De esa manera, la gente se protegió en la forma debida, el gobierno tuvo el buen tino de suspender labores en escuelas y centros de trabajo y, lo más importante, lo que en otros tiempos nos causó serios problemas, fue la prevención que se tuvo en caso de que se desbordaran los ríos de la zona norte y sin que la población recibiera el embate del agua que escurre de estados vecinos. Claro que a raíz de otros huracanes que azotan en tierra con mayores y más peligrosos volúmenes de líquido llovedizo.

En total, hasta ahora han sido 16 los fenómenos meteorológicos violentos que nos han amenazado este año a los nayaritas. Falta lo que pueda ocurrir de aquí al final de octubre, o a lo mejor ceden las tormentas de un día para otro, sin que tengamos la mala suerte de torearlas hasta el 30 de noviembre en que los meteorólogos fijan el tope huracanero. Octubre, pues, me gusto p’a que se vayan, parodiando al inolvidable José Alfredo Jiménez.