Por Sergio Mejía Cano
La presidenta de nuestro país, Claudia Sheinbaum Pardo (CSP) constantemente ha estado informando sobre la baja en los índices de la delincuencia, así como de los asesinatos dolosos desde la pasada administración del ahora expresidente, Andrés Manuel López Obrador, por lo que enfatiza que el sistema o método que se tiene programado no va a cambiar, pues está demostrado que este programa ha dado buenos resultados.
Sin embargo, es obvio que, en un país como el nuestro, en donde se descuidaron mucho los sistemas de seguridad durante toda la era del neoliberalismo que comenzó en el sexenio de Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988) y un poco más allá de acuerdo a lo documentado por el periodista, Francisco Cruz Jiménez, quien señala que el presidente, Abelardo L. Rodríguez (1932-1934), desde su estancia en los Estados Unidos de América se vio involucrado en asuntos turbios sobre distribución de drogas, contrabando de licor y otros asuntos delincuenciales; pero esa es otra historia.
Así que, precisamente debido a que durante toda la etapa neoliberal en nuestro país se incrementó la delincuencia, así como los crímenes y más, debido a la impunidad reinante, la que por desgracia para nuestro país queda claro que es muy difícil erradicarla, ya que está visto que, por más esfuerzos de parte del gobierno actual, así como del anterior se siguen cometiendo crímenes de alto impacto, así como asesinatos que se le atribuyen al denominado crimen organizado.
Tal vez el problema sería investigar a quién o quiénes beneficia que no acaben los crímenes y la delincuencia en nuestro país a pesar de que la mayoría de la población quiere que ya haya paz, que se reduzcan o eliminen las extorciones, la trata de blancas, las desapariciones forzadas, robos, secuestros, etcétera; hechos que se siguen dando, aunque en menor cuantía, pero que se siguen dando a pesar de los esfuerzos gubernamentales en sus tres niveles, por lo que surge la pregunta: ¿quién estará detrás de todos estos crímenes de todo tipo?
Desde luego que se han oído voces que posiblemente al vecino país del norte le convenga que haya algún tipo de desestabilización en nuestro país y más hoy en día en que desde la pasada administración de AMLO México ya no baila al son que le tocan los Estados Unidos, país al que no le está gustando nada que la población mexicana se esté politizando cada día más, que la economía ya no decaiga de acuerdo a los dictados de los gobiernos gringos, que la gran mayoría de mexicanas y mexicanos cada día se convenzan más de que las dificultades por las que ha atravesado México en los últimos años, el gobierno federal no es el responsable en sí y que hace todo lo posible por enfrentar todo tipo de problemas.
Pero no nada más a un gobierno extranjero puede no gustarle lo que ha estado logrando nuestro país en cuestión financiera y económica, sino infortunadamente, a mismos mexicanos que ya no pueden manotear a su gusto de las finanzas públicas a como estaban acostumbrados, a quienes creen o piensan que han perdido toda clase de privilegios y prebendas como aquellos que se les ha obligado a pagar sus impuestos y contribuciones al igual que todos los ciudadanos; no todos, por supuesto, porque de acuerdo a algunos analistas, hay empresarios e inversionistas nacionales, así como extranjeros que han visto y comprobado que no les va mal del todo cumpliendo con sus obligaciones, así como aumentar los salarios de la clase trabajadora, pues han comprobado fehacientemente que teniendo poder adquisitivo la clase trabajadora se mueve más la economía del país.
He ahí a los bancos que están en nuestro país, la mayoría extranjeros, que han visto incrementadas sus ganancias considerablemente, por lo que no tienen ninguna queja de cómo está trabajando la actual administración de CSP.
Sin embargo, al parecer nada de esto le parece a varios o todos los detractores y adversarios de la llamada Cuarta Transformación, porque no digieren que los programas establecidos desde la pasada administración de AMLO y ahora la de CSP, están rindiendo frutos; y tan no digieren el progreso que se ha visto y comprobado en México que aún así, siguen invocando que a México le vaya mal, tal vez sin tomar en cuenta de que, por más protegidos que se sientan al tener sus carteras muy abultadas e invocar a los Estados Unidos a que intervenga más en México, ese país del norte ya está colapsando, por lo que allá ningún mexicano tendrá garantía de un mejor modo de vida en un país que se hunde.
Sea pues. Vale.