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Herencia Huichol en La Zitacua
07 / Agosto / 2016
Por Ángel Carbajal Aguilar
De visita a la colonia Zitacua en el segundo día, el 6 de Agosto 2016, da inicio de actividades a las 9 horas, del Primer Festival Cultural de los Pueblos Indígenas.
Al bajar del camión urbano lo primero que se admira es la exposición y venta de artesanía, se supone que es de los habitantes de la Zitacua y en seguida una cocina con venta de quesadillas con guisos extras.
En la parte superior, en la explanada del sincretismo pagano-cristiano con los Dioses de nuestros ancestros presentes en símbolos pétreos, un monolito, un petroglifo y una piedra sagrada que simbolizan el credo indígena.
En un templo de base circular, con techo de Zacate en ruinas y cercado con adobe.
Al centro del templo, un altar con una imagen de la Virgen de Guadalupe y frente a ella un Cristo con símbolos indígenas sobre un piso de tierra a punto de lodo, porque el techo de Zacate está podrido y con varios agujeros, por donde se filtra el sol y la lluvia.
Al fondo, detrás de la Virgen Morena, un altar de concreto.
Un indígena de apellido Carrillo, quien dice ya fue gobernador, con grandes conocimientos de su cultura, se queja del abandono de las autoridades, Estatales y Municipales, dice también que, quienes para subsistir, los hombres principales, tienen que salir a la sierra, su tierra de origen a trabajar la tierra para traer el maíz, en otras ocasiones se van a San Blas, Santiago Ixcuintla, o ganando una miseria como ayudantes de albañil.
Dice que otros como sus hijas se mantienen con la fabricación de artesanías.
Donde un día, el entonces Gobernador Celso Humberto Delgado les heredó lo que hoy es una hermosa cima, donde se aprecia el cerro-Volcán de San Juan y en sus faldas la hermosa metrópoli, capital de Nayarit lugar desde donde podemos ayudar a nuestros amados hermanos indígenas con solo visitarlos, comprar sus artesanías y degustar sus maravillosos alimentos para ayudar al rescate de los tesoros milenarios, que son la cultura, costumbres, tradiciones, artesanías, que deben prevalecer.