Desaparecidos en Nayarit: cuántos más

Por Óscar Verdín Camacho

20 / Noviembre / 2012

El reciente seis de octubre se cumplió un año de la desaparición de Gonzalo Rodríguez Pérez, un habitante del poblado Francisco I. Madero (Puga), de cuyo paradero no se sabe más.

Su hija Nubia cuenta que aquella noche fue la última en que pudo dormir tranquila.
Al día siguiente me desperté temprano y me dí cuenta que mi papá no había llegado. Le marqué a su celular pero estaba apagado y desde entonces no sabemos de él. Gonzalo cuenta con 58 años de edad, es pensionado del Seguro Social y durante mucho tiempo fue obrero en el Ingenio de Puga.

A falta de respuesta de la Procuraduría General de Justicia (PGJ), cuyos investigadores la decepcionaron puesto que esperaban que la familia les proporcionara la información y no a la inversa, ella inició la búsqueda de su papá. Supo, por ejemplo, que el seis de octubre del 2011 estuvo en el bar El Pocho, por la calle Puebla en el centro de Tepic, acompañado por otra persona, que recibió un mensaje en su celular y que más tarde se reunió con una mujer en el fraccionamiento Villas del Roble.

Nubia consiguió entrevistarse con esa mujer e indicó a las autoridades que la versión que le dio era distinta a su declaración rendida ante un agente del Ministerio Público, pero los encargados de la investigación no parecieron darle importancia a esa observación.

Como parte de su investigación, Nubia confirmó que el cinco de octubre su papá hizo un pago en Fábricas de Francia y que la pensión del Seguro Social ya fue suspendida.

Recordó que en una ocasión se molestó mucho, -desesperada grité, maltraté, golpeé un escritorio- al confirmar que habían transcurrido meses y aún no era enviado un oficio a una empresa telefónica para que revelara los números sobre mensajes y llamadas del celular de su papá en los días cercanos a su desaparición.
Nubia consiguió plantear el caso directamente al subprocurador, pero el resultado ha sido el mismo, pese a su promesa de que en tres días le daría una respuesta. A más de 13 meses de distancia, no sabe nada de su papá. Y la incertidumbre duele profundo al interior de la familia. Apenas se toca el tema, la herida surge.

La joven reclama que no se haya efectuado una investigación seria. Sabemos que con una tarjeta de crédito de mi papá se hizo un pago de 100 pesos y que se intentó sacar dinero en un cajero, son cosas que avisamos al Ministerio Público pero no le dieron importancia. Desanimada, en los últimos meses simplemente se ha resignado a que probablemente jamás sabrá el paradero de su papá.
Ahora buscará ayuda en la oficina de atención a víctimas de delitos para que la apoyen en el asunto de la pensión del Seguro Social, a fin de que su mamá pueda recibirla.

CUÁNTOS MÁS
La pregunta es cuántos casos más hay como el de Gonzalo Rodríguez Pérez. Simplemente desaparecidos.

La semana pasada, el empresario de origen español José Luis Crespo de Las Casas reveló a medios de información el caso de su hijo José Luis Crespo Llabres, de 36 años, quien fue secuestrado el cuatro de febrero pasado y por lo que pagó más de 500 mil pesos, sin embargo no fue liberado. Su paradero también se desconoce.

En el caso del ex obrero del Ingenio de Puga, su hija explica que no recibieron llamada alguna para suponer que estaba secuestrado. Simplemente no se sabe de él.