EL ITACATE: ANUNCIOS ECOLÓGICOS

Por Agustín Almanza Aguilar

20 / Noviembre / 2012

¿Qué se entiende por ecología? Bueno, según se sabe, es el estudio que se ocupa del mantenimiento de una permanente relación de equilibrio entre los organismos vivos y el medio en el que viven, buscando la restitución de las condiciones naturales alteradas por la mano del hombre y otros factores. ¿Entendido? Ahora bien, ¿la contaminación en ésta área del quehacer científico? ¡Claro! Contaminar es ensuciar, tocando, es una adulteración de una pureza de cosas, estados o situaciones, por debido de substancias –artefactos, instrumentos capaces de perjudicar la salud-. Veamos: está usted dormido, descansando de la friega del día anterior, cuando, muy temprano, casi de madrugada, comienzan los campanazos de las iglesias-parroquias (de la fé oficial, subráyese por favor) acompañados de desquiciantes tronidos de cohetes –¿estarán bendecidos?- Pero, como si fuera una conspiración y una nefasta complicidad, continúa el aberrante paso de esos mercados ambulantes que son los vehículos con aparatos e sonido, a altísimo volumen, anunciando sus productos en venta, y muchas veces ya son, al mismo tiempo, como siete u ocho unidades, coreando mariscos, verduras, trapeadores, elotes, tortillas, entre otras cosas sin faltar los ya famosos chatarreros y los inigualables camiones que gritan el sonadísimo ¡¡Eeeeeeel gaaaaaaas eeeel gaaaas eeeeel gaaaas!!... (¡Argh!) Y con anunciantes, émulos chafas de mercaderes y comerciantes árabes y judíos (verdadera algarabía), con tipludas, dramáticas y escleróticas vocecillas ¡Y uno a punto de transformarse en un Hulk!...


Esto, esto, es algo que no han combatido los encargados de Ecología Municipal, los cuales cómodamente apoltronados en sus mullidos sillones, detrás de sus escritorios, solo piensan en sus cómodos descansos e inventado como joder y fregar al pequeño comerciante, como es el caso de los anuncios exteriores. Esto por parte de funcionarios abyectos, es que tan pronto se arrastran delante del poderoso, como se muestran sin piedad con el débil.


FINIS TERRAE: Adhuc Sub Judice Lis Est. (Horacio, <<Arte Poética>>). Con dedicación para el licenciado.