El cerco en San Lázaro Iuris Tantum

Luis E. Vázquez

29 / Noviembre / 2012

La implementación y posterior remoción del cerco metálico que rodeó el palacio legislativo de San Lázaro en preparación a la toma de protesta del próximo presidente electo, Enrique Peña Nieto, este sábado 1 de Diciembre, evidencia la crisis y el deterioro que subyace en nuestra democracia y en la sociedad en general, ya que el muro no es sino reflejo de la inestabilidad creada por los diputados del PRD y por el propio López Obrador, incitando a boicotear la ceremonia y a sumarse a una protesta nacional.

Los muros son por definición y teleología un medio de defensa, desde la simpleza de las paredes que rodean una casa, hasta la inmensidad de la muralla china, un muro, muralla, cerca o como sea que se le defina atendiendo al tamaño, tienen por objeto la protección de personas o cosas.Cabe reconocer que los muros también han sido erigidos a través de la historia con intenciones perversas, como es el caso del muro de Berlín, usado para retener cautivo a un pueblo en contra de su voluntad, sin embargo en el caso en concreto, la causa y efecto apuntan inequívocamente hacia la primera motivación; la defensa, del orden público, basta recordar el primero de diciembre de 2006 para reafirmar esta idea, más aún cuando de antemano los grupos opositores han señalado que lo volverán a hacer y que pese a los acuerdos que los dirigentes del partido o de la bancada hayan tomado, no hay acuerdo de civilidad que los obligue y ciertamente con el escudo de la libertad de expresión tratarán de nuevo de impedir la toma de protesta.

Los más acérrimos detractores del priísmo se empeñan en señalar y deparar lo peor para el país, se atreven incluso a hablar de la dictadura perfecta, decir lo anterior no solo es irreal es verdaderamente demeritar al pueblo, tacharnos de ignorantes, borregos, engranajes de la maquinaria, lo cual es completamente falso!
La sociedad ha evolucionado desde aquellos tiempos, tomando conciencia de su poder colectivo y de su valía como fundamento del gobierno, el único peligro real para el país es el desapego a los principios que nos rigen, a la democracia y a la legalidad, incitar a desconocer al gobierno y crear grupos de choque que no apoyan en lo más mínimo al desarrollo del país, la oposición es necesaria eso es evidente, pero como oposición dentro de una democracia, no como factor de anarquía, por ejemplo, cuando el ex presidente Vicente Fox tomó protesta, no se vio que los priístas que perdieron el poder trataran de impedir la legitimación del nuevo gobierno, acusando fraude o imposición.

La toma de protesta del Presidente de la República pudiera pensarse como un acto obsoleto, acarreado desde 1917 cuando el ambiente posrevolucionario exigía la legitimación inequívoca de quien habría de dirigir el rumbo del país, sin embargo hoy en día es aún más imperativo ese refrendo de la población hacia la figura del presidente, si es que queremos salir victoriosos como país de la volatilidad económica mundial, los embates del crimen organizado y la adversidad en general, de ahí la necesidad de un muro defensivo, quizá el muro fue excesivo en tamaño y tiempo de desplegué, inclusive podemos afirmarlo por la afectación causada al legítimo derecho de libre tráfico de los ciudadanos del Distrito Federal, pero no nos equivoquemos la cerca fue una reacción, no una acción.