Por Lupepera, la más lépera : ¿ANÁLISIS POLÍTICO O CRÍTICA DESTRUCTIVA?

Por Lupépera la mas lépera (y cabrona)

30 / Noviembre / 2012

Mis vidas adorados, amores de mis amores, jediondos, huevones, vaquetones, comayes, bellas de noche y similares, aquí de nuevo su hermosa y querida amiga, rodilla, amante y confidente Lupépera. Me siento nostálgica al pensar que hace años con un sólo palo nos consolábamos. Y no estoy hablando nomas por caliente que soy. Esta vez lo hago por los regalos que nos traía El niño Dios en navidad. Antes con un pinche palo quebrado a la mitad los niños ya tenían su espada y con la escoba se imaginaban el caballo. Y nosotras las niñas, pensando en ser como nuestras madres, con un simple bulto de ropa hacíamos a nuestro bebé envuelto. Y no dejemos de lado los inolvidables pasteles de lodo que hacían las delicias de todo el chiquillerío que jugábamos a la mamá y al papá, quien claro, se iba a trabajar, mientras nosotras nos quedábamos en la casita arreglándola. Algunos chiquillos mas pequeños la hacían de los hijitos y cualquier grupo de ladrillos y un plato lo transformábamos en el coche de la familia. Los niños mas grandecitos y que eran mas vivarachos andaban pepenando en los talleres cercanos, y se traían unos baleros de acero para fabricar unos carritos llamados entonces avalanchas claro, con ayuda de dos o tres tablas que le quitaban a las camas de sus papás y las demás nomas las repartían pa’ que no se dieran cuenta del robo.


Las niñas por nuestra parte, soñábamos con la famosa muñequita que hablaba y caminaba. Nomás se nos iban los ojitos en los aparadores o en los comerciales de la tele cuando las veíamos anunciadas. Así que no había de otra más que continuar con nuestro famoso bulto enrollado. Los niños con un poco de más suerte tenían la fortuna de disfrutar los juguetes hechos de madera u hojalata. Años después ya podíamos pedir algo con un poco de más tecnología como el famoso tele pon – bisabuelo de los juegos de video de hoy, que salió de moda en los años ochentas, o los boki tokis (así se pronuncia, así que me vale madre cómo se escriba). Los juguetes que ahora los niños piden ya son muy raros. Se agarran pidiendo lo que nosotros los adultos llamamos juguetes inútiles. Pero a veces no nos ponemos a pensar que alguna vez también nosotros fuimos niños y pedíamos, a ojos de los adultos, pendejada y media. No nos importaba el costo que tuvieran, pues al fin y al cabo Santa Clos era quién los traía y como vivía en el polo norte, pues siempre supusimos que tenía mucho dinero. Miren que vivir allá alejado de toda civilización y aparte con una mega fábrica de juguetes para entregarlos a todos los niños del mundo, se portaran bien o no.

Aparte de toda esa industria, la infinidad de elfos, troles, duendes o enanos (llámense como se llamen) que le ayudan con el teje y maneje, de este enorme corporativo; desde recibir la famosa carta que los niños le han escrito por años (y que hasta la fecha sólo unos cuantos lo siguen haciendo de forma manuscrita, pues con el internet es mas fácil hacer su pedido a Santa Clos por correo electrónico), hasta fabricar, seleccionar, empacar, cargar el dichoso trineo y todavía alimentar y limpiarles la caca a los renos. Me he dado perfecta cuenta que las niñas (porque tengo una docena de sobrinas) se la pasan pidiendo la famosa barbi, que por décadas nos ha divertido a todas las niñas bien y hasta las que cuyos padres no han tenido para comprarles una original, se tienen que conformar con una barbi pirata. Esta famosa muñequita es el coco de los papás pues ha de ser la que la cabrona chiquilla pidió, si no te hacen un méndigo berrinche marca diablo que hasta se pueden traumar si no es así, como dicen ahora los psicopedagogos (pinche palabreja de mierda suena como sicólogos bien pedos bailando música de los sesentas) pues su inocencia todavía esta latente. Y cómo desmentirle a la chiquilla la idea de que quién se la compró fueron sus papás y no el pinche panzón rojo navideño. Lo bueno es que ya hay tanta variedad de muñecas barbis que cualquiera ya nos puede sacar del apuro. Está la barbi prostituta. Que viene con un lunar negro, un par de pestañas y un chicle incluido para que la niña se sienta más en confianza con su nueva amiguita. La barbi adolescente, que le aprietas un botoncito y se agarra pidiéndote dinero, se encabrona de todo y ni siquiera te pela la pinche muñeca. La barbi anoréxica, que más bien parece juguete de jalouin por lo esquelética y ojerosa que se ve. Y no dejemos de lado al sexy noviecito de la barbi el famoso Kent.


Ahora este muñequito de dudosa sexualidad trae más accesorios que la propia barbi, con eso que ya esta de moda ser metrosexual o más bien suena como jotito con permiso. Y así vamos contando chingadera y media de los juguetes de hoy en día. Que es mejor comprarlos todos piratas que ir a endeudarse a Lágrimas de Francia, con abonos chiquitititos pero muy dificilotes de pagar. Y si no me lo creen, nomas pregúntele a su cartera y a su tarjeta de crédito pa’ que vean cómo las dejan a las cabronas, nomás echando humo y gimiendo como perros envenenados después de pagar. Seamos felices con juguetes o sin ellos, sean piratas u originales, recuerden que para los niños será la novedad del momento, como llamarada de petate, y días después, los van a ver tirados en cualquier lugar de la casa y al final de la historia los van a regalar a niños que en verdad los desearon y nunca hubieran soñado tenerlos. Ese es el motivo por el cual muchos papás y mamás no queremos (malamente) dejar que jueguen con sus juguetes nuevos y caros por que se los van a chingar luego luego. Dijera mi abuela: Más les dura un pedo en la mano. Cualquier información relevante que deseen que se anuncie muy al estilo de doña Lupépera, háganmela llegar a este correo y con gusto la haremos parte de mis chismes informativos: lupepera@gmail.com


ATENTAMENTE SUYA POR SIEMPRE LUPÉPERA. Fundadora y miembra activa (y muy activa) de FRECONAY.A.C.

Cualquier información relevante que deseen que se anuncie muy al estilo de Lupépera, háganmela llegar a este correo y con gusto la haremos parte de mis chismes informativos: pabsigu@hotmail.es