El sexenio no será un día de campo

Iuris Tantum Luis E. Vázquez

07 / Diciembre / 2012

El entorno al que habrá de enfrentarse Enrique Peña Nieto como titular del ejecutivo será bastante complicado, por lo que necesitará todo el apoyo y experiencia que sus Secretarios de Estado puedan aportarle. En el ámbito internacional la crisis económica mundial sigue latiendo cada vez con más fuerza, y México, que se había convertido en un exportador destacado, deberá de adaptarse a la mermada capacidad económica de sus socios comerciales. Por ejemplo, Estados Unidos enfrenta decisiones cruciales que de no abordarse y solucionarse a la perfección, pudieran llevarlo a una crisis severa, el mercado suramericano esta desacelerando, Brasil que hasta hace dos años crecía con tasas de hasta 10%, hoy tiene pronósticos incluso inferiores a los que refleja nuestro país, la eurozona por su parte sigue muy golpeada por su recesión, Alemania que hasta el momento continua siendo el motor de Europa, enfrenta ya problemas económicos, diversas empresas muestran problemas incluso varios diarios importantes de aquella nación han tenido que cerrar sus puertas y dejar de publicar, en fin, no todo esta perdido, ante la volatilidad de los mercados extranjeros, la estabilidad de México puede convertirse en un activo invaluable para atraer inversionistas, por lo que ,José Antonio Meade, será una de las claves para lograr las metas y proyectos del presidente.

En el ámbito nacional, el principal enemigo de Peña Nieto, de cara a sus seis años de mandato es precisamente él mismo, y es que la imagen de éxito que proyectó y la cantidad de compromisos que hizo durante su campaña, juegan en su contra, cuando sus detractores están a la espera del primer error, cual león esperando el tropiezo de la gacela, lo anterior quedó plenamente evidenciado durante el acto de toma de protesta del pasado sábado, cuando un frenético, Ricardo Monreal, embriagado por su fanatismo en contra del nuevo presidente, corrió a gritar ante la cámara de representantes que la represión política había dado ya su primer muerto lo que afirmó con entera certeza en cadena nacional, aclarándose más tarde la falaz aseveración, cuando se publicaron los detalles del operativo de seguridad y se supo que si bien un joven se encontraba herido de gravedad este no había muerto, el diputado ofreció una disculpa días después, pero vamos, ese tipo de blasfemias son de difícil reparación, ni la investidura del presidente, ni la familia agraviada se les recupera siquiera una parte del daño causado, con una disculpa que por si fuera poco, careció de todo sentido de sinceridad.

Desafortunadamente esa será, la inexorable temática del sexenio, en aras de legitimar la causa de Morena y de mantener vigente a un unidimensional y seriamente desgastado, López Obrador, la izquierda radical, estará al alba buscando cada mínimo tropiezo del presidente para aprovechar y tratar de hacer el mayor ruido mediático posible, lo que acarrea consigo un problema mayor del que aparenta.

Si bien esta estrategia ha sido usada hasta el cansancio por López Obrador y ha perdido el impacto que alguna vez tuvo, la maximización y ridiculización del fracaso de las políticas en materia económica, educativa, de infraestructura o cualquier rubro afín, sería un golpe duro para la presidencia, sin embargo un error grave o el fracaso generalizado en materia de seguridad podría llevar al PRI y a Enrique Peña Nieto, a la lona de cara a la contienda de 2015 por las gubernaturas y alcaldías del país.

Ahora bien, los nombramientos de Manuel Mondragón y Kalb, a cargo de la política de seguridad y Jesús Murillo Karam a cargo de su ejecución, evidencian que el presidente no piensa dar tregua ni al crimen organizado, ni a cualquier expresión criminal que busque flagelar la paz social y el bienestar del pueblo de México, como el caso de los vándalos anarquicos que se dejaron ver durante la toma de protesta el sábado pasado. Sin embargo, es en la aplicación de la fuerza pública, que yace un problema fundamental, que los hombres fuertes en materia de seguridad pública deberán de flanquear con prontitud y pericia si desean evitar cualquier daño a la imagen del presidente y de su partido.

Ante cada problemática de seguridad y su consecuente plan de acción y ejecución, siempre deberá de estar presente en el balance que se realice, que la sociedad se encuentra bastante sensible ante hechos de esa índole, debido en gran parte a la incesante provocación de López Obrador y sus allegados, pero abonado y potenciado, por el historial de presidentes que emanaron del PRI, que en su momento abusaron de algunas prácticas bastante reprobables.

No podemos afirmar enteramente que nos encontramos ante un estado maniatado, porque como se demostró el sábado, la decisión difícil se tomó y una vez que la violencia de los manifestantes escaló, las fuerzas de seguridad se activaron y detuvieron en seco a los manifestantes y posteriormente a los vándalos. Sin embargo los escenarios habrán de complicarse, y si bien todo aparenta que el presidente salió bien librado en esta ocasión, los retos están a la vuelta de la esquina.
Twitter: Luisevazquez_