¿El nuevo PRI, realidad o ficción?

Quid pro Quo Por Luis E. Vázquez

12 / Diciembre / 2012

Durante la campaña presidencial de 2012, se nos bombardeó con una campaña mediática sin precedentes, misma que contempló una cantidad impresionante de spots televisivos y de radio, publicidad impresa, promoción en redes sociales, entre otros medios de difusión. Una gran parte de esta campaña mediática estuvo encaminada a crear convicción en que el PRI había cambiado y bajo el liderazgo de un relativamente joven e impecablemente presentado, Enrique Peña Nieto, El Nuevo PRI se convertiría en una fuerza de cambio y progreso para el país, las propuestas no fueron necesariamente contundentes para poder calificar de ciertos los apelativos de nuevo, diferente y cambio, sin embargo fueron suficientes para que 19 millones de mexicanos, confiáramos nuestro voto a favor de la propuesta política del hoy presidente electo.
Hoy, a doce días de iniciada la gestión de Enrique Peña Nieto, como presidente de México, las diversas acciones emprendidas por su gobierno,algunas un tanto inesperadas, no sólo han reafirmado lo que prometió durantesu campaña, sino que han creado un clima de cordialidad y cooperación nunca antes vista en la historia de México.Pareciera a primera vista que el concepto o ideología del Nuevo PRI no sólo es verdadero, sino que el compromiso de trabajar por y para México es su principal lineamiento.

Como es de esperarse hay quien mira con escepticismo al nuevo gobierno, creando intrincadas teorías conspirativas, que si el gabinete, que si es un títere de las mafias del poder o simplemente descalificándolo sin argumentos,por deporte, por el sólo gusto de llevar la contra.Si en verdad existieran argumentos contundentes en contra del presidente Peña Nieto o alguno de sus funcionarios, ya hubieran sido esgrimidos en su contra una y otra vez, lo cual evidentemente no ha acontecido. Una cosa es evidente, los tiempos han cambiado, la sociedad a evolucionado y de ninguna manera estamos ante elPRI de Luis Echeverría o de José López Portillo, por lo que satanizar a Enrique Peña Nieto, por incorporar a funcionarios en su gabinete cercanos a Carlos Salinas o Ernesto Zedillo, parece injusto, si fueron incorporados es por su amplia experiencia y trayectoria política, indispensable para afrontar los retos del país.

En fin, con todas las acciones emprendidas por nuestro presidente, lo mínimo que merece es el beneficio de la duda, y ciertamente doce días es un periodo ínfimo para poder calificar el desempeño, quizá un periodo más sensato seria el paradigmático periodo de 100 días, que acuñó en su momento Franklin D. Roosevelt, cuando tomó posesión como presidente de los Estados Unidos de América. Pero con el ritmo que lleva la administración, no se vaticinan sino éxitos y confirmaciones del buen papel que habrá de hacer nuestro presidente.

Quizá las personas inquietas que siempre están buscando el grano negro en el arroz, debieran voltear hacia otras instituciones políticas, donde prácticas reprobables se llevan a cabo sin que se cause mayor ruido mediático, por citar un ejemplo, la senadora del Partido del Trabajo, Martha Palafox, puso en la nomina de su equipo, a sus dos hijos, quienesreciben, entre los dos, a cargo del erario público cerca de 67 mil pesos mensuales, y para colmo cuando fue cuestionada por este evidente acto de nepotismo, la senadora respondió con una ocurrente frase, señalando que no se trata de nepotismo, porque sólo se están preparando y peor aún sus hijos ni siquiera tienen una carga de trabajo normal pues en sus propias palabras ellos sólo vienen en sus tiempos libres.