EL IV PODER

Por: Juan Fregoso
*Miguel Ángel Osorio, misión imposible
*Hallar a más de 30 mil desaparecidos, es buscar una aguja en el pajar
*Basta recordar el 68 en que también fueron desaparecidos miles de estudiantes
*Los cuales nunca fueron localizados en la selva de la impunidad
*¿Pasará lo mismo con los estragos del calderonismo?

17 / Enero / 2013

El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, recientemente se echó a cuestas una pesada losa que francamente no creo que la pueda soportar por mucho tiempo. El funcionario federal, en una acción suicida, se comprometió con los familiares de los más de 20 mil desaparecidos, a dar con el paradero de éstos. Este trabajo, dijo, se llevará a cabo con la colaboración de las instancias estatales, las cuales participarán en las investigaciones conducentes que permitan hallar a los desparecidos.

Vamos a buscar a todos porque es compromiso y convicción del presidente Enrique Peña Nieto. Esa es nuestra obligación. Voy a actuar con toda responsabilidad, señaló Osorio Chong, al reunirse con los parientes de los desaparecidos. Y añadió que la búsqueda de las personas desaparecidas es un asunto de voluntad, misma que tiene el gobierno de la República y que ha demostrado con la publicación de la Ley General de Víctimas.

El compromiso asumido por el secretario de Gobernación, más bien parece una quimera, cuyo propósito es fortalecer la confianza en el gobierno del cual él es pieza clave, porque es muy fácil decir o comprometerse a hallar a miles de desaparecidos que no se sabe si están vivos o muertos. Buscar a más 32 mil personas es como buscar una aguja en un pajar, no se trata pues, de resolver una simple ecuación de primero de secundaria, es un problema complicado y esto cualquier persona con sentido común lo sabe, basta recordar los desparecidos del 68 que a 45 años de distancia no han sido encontrados ni se encontrarán, por la sencilla razón de que ya no pertenecen al mundo de los vivos.
Pero, Miguel Ángel Osorio pretende jugarle al Sherlock Holmes y les promete a los familiares de esos hombres y mujeres que se esfumaron en el sexenio pasado, encontrarlos, cuando él bien sabe que esto es una misión imposible, aun con la participación de las Procuradurías Estatales. Osorio Chong miente deliberadamente, busca solamente apaciguar las protestas de las víctimas y de la sociedad en general, ya que ni siquiera con la ayuda de la Scotland Yard, se podrá localizar a 11 mil 201 hombres y 8 mil 340 mujeres perdidos en la selva de la impunidad, por lo tanto, lo que el titular de Gobernación ha prometido se antoja una burla que raya en lo más grotesco de una mente desequilibrada por el poder.

Sobre este escabroso tema, Pilar Tavera, directora ejecutiva del Centro de Investigación y Capacitación Propuesta Cívica, Organización no Gubernamental encargada de la defensa de los derechos humanos, dio a conocer en diciembre pasado, una base de datos con información de la PGR en la que se tiene un registro de 20 mil 851 personas desaparecidas de 2006 a 2012. Según Tavera, en dicho registro, proporcionado por un periodista de un diario estadounidense, se aprecia la descoordinación que existe entre la PGR y las procuradurías estatales en las investigaciones, por lo que para los familiares de las víctimas es un calvario darle seguimiento a lo que pasa con sus casos.

Es obvio que no se necesitan recursos, lo que se necesita son protocolos que puedan hacer profesional la búsqueda de desaparecidos desde el primer momento, desde que un familiar presenta una denuncia y que el ministerio público y las delegaciones de la PGR en los estados sepan qué hacer, a dónde dirigirla, y guiar así a quienes siguen el proceso, comentó, Tavera.
Más aún, la premisa fundamental de la organización es que no son necesarios más agentes e investigadores, sino capacitarlos mejor para que hagan su labor con mayor sensibilidad y compromiso. Esta pretensión ciertamente tiene su peso, pero lamentablemente el gobierno de México se ha caracterizado por su proclividad a la corrupción, los vínculos de las policías con el crimen organizado son tan fuertes que difícilmente se puede romper, sigue habiendo un amasiato entre funcionarios y criminales y así casi o nada se podrá avanzar en las investigaciones que se realicen con el fin de dar con el destino de los desaparecidos, exactamente como ha ocurrido con los desparecidos del movimiento estudiantil del 68, que nunca fueron encontrados por la complicidad entre autoridades y criminales.

Por eso, más allá de las buenas intenciones que pudiera tener Miguel Ángel Osorio, incluso otros destacados investigadores, como Pilar Tavera y Sergio Aguayo, lo que debería hacerse, si es que realmente se quiere esclarecer el asunto de los miles de desaparecidos, es emprender una limpia en todos cuerpos policiales, desde agentes de ministerio público, policías judiciales e incluso hasta del Ejército, ya que la mayoría de sus elementos de una u otra forma están coludidos con el crimen organizado lo que imposibilita realizar una investigación limpia, que permita encontrar a los desaparecidos. Así pues, el compromiso del secretario de Gobernación, no pasa de ser una mera promesa, igual a la que se hizo en su momento con la matanza de Tlatelolco, donde miles de estudiantes fueron desaparecidos por el gobierno represivo que encabezó el presidente, Gustavo Díaz Ordaz, y que hasta la fecha no aparecieron pese a las muchas protestas que se realizaron, sobre este caso habría que preguntarle a doña Rosario Ibarra de Piedra, que nunca encontró a su hijo. ¿Pasará lo mismo con los desparecidos del sexenio calderonista?