Líneas: Una visita al SUTSEM Nayarit

Por: José Ma. Narváez Ramírez.

17 / Enero / 2013

Nos encontramos un inusitado ajetreo de un buen número gente que asiste a estas oficinas y visita el edificio que alberga las instalaciones del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Estado, por allá por la Colonia Las Aves, en la ciudad de Tepic.

El inmueble está bien cubierto por la fronda de árboles grandes que rodean el frente donde permanecen estacionados un buen número de carros –al parecer- propiedad de los trabajadores que lo ocupan, y de algunos que lo visitan para arreglar diversos asuntos, que en su mayoría son presentados ante la secretaria de la Señora Águeda Galicia Jiménez, titular de este sindicato y que muchas de las veces ahí se la pasa todo el día, cuando no es llamada a representarlo o a ocupar su lugar en la Cámara de Diputados, donde funge como legisladora.

Igual sucede en los días en que se ve obligada a realizar paro de labores en algún lugar del estado, a causa de que no hay diálogo con las partes y, por exigencias del mismo personal, se van a la huelga –como al parecer volverán a tomar este camino al vencerse el plazo que le han dado a los ayuntamientos morosos y a los que llaman rebeldes (como al de Pavel Jarero)-, motivo por el cual algunos medios publican caricaturas y hacen comentarios mordaces al respecto.
Los sindicalizados respetan posiciones y tienen su propio periódico tabloide semanario, que se llama La Verdad, en recuerdo y homenaje al periodista Sebastián Lamas (Q.E.P.D.) a quien tuve el honor de conocer y tratar, y que editaba una revista con ese título; en el que defienden su causa y publican sus razones para demostrar que ellos no son en realidad el problema y que si toman los edificios y cierran las calles interrumpiendo el tráfico vehicular, es porque no encuentran el diálogo y por el contrario lo provocan para obtener resultados positivos, pero pidiendo disculpas al pueblo.

Algunas veces se topan con presidentes con barruntos de locura, como calificaron al Loco Valenzuela, de Tuxpan, o al joven inexperto e imberbe –según lo definen- Pavel Jarero, primer edil santiagoixcuintlense, pero éste insiste ante el representante sindical de aquella tierra caliente, que deben entablar una serie de debates para llegar a un entendimiento.
Mientras El Toro González Curiel, hace una serie de enroques, rebajes y rebanes, así como medidas limitadoras y busca afanosamente encontrar los caminos correctos para eficientar los servicios tanto de recolección de basura, agua entubada, iluminación, pavimentación, salud, educación, vigilancia, etc., etc.
Regresando al edificio del SUTSEM, existen dos escaleras de veintitantos escalones para subir al segundo piso de un tirón, donde están las oficinas más importantes –como la de la Señora Águeda-, mientras que en el primero funcionan varios departamentos sin paredes, con los trabajadores atendiendo detrás de unas mesas a todo aquel que solicita su servicio, y por el costado derecho al entrar, existen algunas subdirecciones y las instalaciones sanitarias.

Todo funciona en orden y con una disciplina que parece militar, aunque impera una gran camaradería en un subir y bajar las escaleras continuo y variado, sin excluir a los vendedores de conos de frutas y otros alimentos que parecen competir en alguna justa deportiva. Hablando de este tema, se nota una gran afluencia de practicantes de algún deporte –pertenecientes al gremio- que acude a las instalaciones a obtener apoyo para la adquisición de uniformes, pelotas, balones, cachuchas, zapatos y todo lo relacionado a este ramo y todos son bien en atendidos, así como aquellos que van a tramitar cualquier asunto relacionado con la agrupación burocrática.

Los teléfonos principales son: del 210-40-14, (16, 17 al 21) los que no dejan de repiquetear un solo instante y son atendidos por la diligente señorita Angélica, que no se da abasto con la elaboración de cartas, oficios, memorándum y recados, mientras contesta las llamadas, hace los enlaces y atiende a las personas que acuden a solicitar sus servicios.
No tuvimos oportunidad de entrevistar a la incansable señora Águeda, por encontrarse muy ocupada asistiendo a varias reuniones, pero ya se nos dará turno para lograrlo, y mientras Control Señores Control que pronto tendremos ocasión para hacerle varias preguntas sobre este bien cimentado gremio que contra viento y marea, defiende esta invencible y aguerrida dama de hierro –como aquella señora inglesa llamada Margaret Thatcher, que defendió a capa y espada las Islas Malvinas, allá por enfrente de la tierra del inigualable Lionel Messi-
311-158-66-55.