La Viuda Negra Sale en libertad bajo fianza

* Identificada como la viuda negra, María Isabel Cervantes obtuvo libertad bajo fianza porque fue consignada por encubrimiento.

21 / Enero / 2013

Por Óscar Verdín Camacho


Cuando la Procuraduría General de Justicia (PGJ) informó la detención de María Isabel Cervantes González, a quien calificó como la viuda negra, nadie se imaginó que unos días después la mujer de 42 años recuperaría la libertad bajo fianza, lo que generó cuestionamientos sobre la consignación e, incluso, apuntes sobre incongruencias en el Código de Procedimientos Penales y el Código Penal de Nayarit.

María Isabel Cervantes fue consignada ante el Juzgado Tercero Penal de Tepic por el delito de encubrimiento, relacionado con la ejecución de su esposo Fernando Cataño Sandoval, registrado en el municipio de Tecuala durante la noche del uno de enero.

En un comunicado de prensa, la PGJ identificó a José Inés Partida Martínez como el amante de María Isabel que planeó el homicidio, ayudado por dos sujetos ya identificados, aunque prófugos todos ellos.

Pero lo que en la Procuraduría General no se advirtió es que al consignar a la mujer por el delito de encubrimiento, ello le permitiría obtener la libertad bajo fianza porque así lo marca la ley.


En un listado de delitos graves –los que no permiten fianza-, el Código de Procedimientos Penales menciona el encubrimiento previsto en el artículo 381 último párrafo del Código Penal que, a su vez, puntualiza: se impondrá de 3 a 8 años de prisión y multa hasta el equivalente de 100 días de salario cuando el encubrimiento sea respecto de delitos de asalto o secuestro. Pero no está incluido el homicidio.

Es decir, por ilógico que parezca, en Nayarit no se permite la libertad bajo fianza a quienes encubren un asalto o un secuestro, pero sí cuando se trata de un homicidio, y por supuesto los demás delitos.

Así, en base a lo marcado por la ley, el Juzgado Tercero concedió la fianza solicitada por la acusada, dentro del número de expediente 13/13.

María Isabel fue apercibida para no abandonar el estado y menos el país, y presentarse al juzgado cuando sea requerida. Periódicamente habrá de acudir a firmar un libro de registro.


SEGUNDO DETALLE

Puesto que José Inés continúa prófugo al igual que sus cómplices, serían en todo caso quienes describirían el grado de relación con el caso de la ahora procesada.

Sin embargo, una fuente jurídica que pidió el anonimato indicó un segundo detalle que parece haber sido olvidado en la PGJ: lo marcado por el artículo 23 de la Constitución General de la República, en el sentido de que nadie puede ser juzgado dos veces por el mismo delito.

Se explicó que puesto que la viuda es acusada de encubrimiento, ya no podría ser llevada a juicio por otro delito, porque se trata del mismo caso.


IBA A TIJUANAPERO VOLVERÍA

Dueños del restaurante La Costa, ubicado por la carretera a la playa El Novillero, María Isabel explicó en una declaración ministerial que el uno de enero aproximadamente a las seis de la tarde y cuando el negocio ya había sido cerrado, repentinamente fue apagada la luz durante unos instantes.

Únicamente se encontraban su esposo Fernando Cataño, José Inés Partida –quien era empleado del lugar- y ella. La pareja hacía cuentas sobre las ventas y José Inés estaba en la barra del negocio.

Para cuando regresó la luz, la mujer observó a dos sujetos vestidos de negro, encapuchados, que con lujo de violencia se llevaron a Fernando. Iban armados.


El cuerpo de Cataño Sandoval fue encontrado horas más tarde. Su carro y él estaban calcinados.

Días después, en un retén del Ejército Mexicano en Sinaloa, soldados interceptaron a María Isabel en un vehículo particular y fue entregada a policías de Nayarit. Había abandonado el estado a pesar de una restricción dictada por un agente del Ministerio Público para que no saliera de Tecuala.

Ella aseguró que sólo pretendía llegar a Tijuana, Baja California, acompañando a sus tres hijos que viven en Estados Unidos y que vinieron al sepelio, pero que pensaba regresar inmediatamente.


En su declaración ministerial, María Isabel aseguró que tras registrarse el levantón de su marido, inicialmente creyó que se trataba de un secuestro –si te levantas te mato, la amenazó uno de los sujetos-, pero luego José Inés le impidió que diera aviso a la policía, indicándole entonces que eran sujetos contratados por él para darle muerte a Fernando. Dedujo que fue él quien apagó la luz cuando ingresaron los delincuentes.

Tranquilízate por que si no a ti también te van a matar, le habría dicho el ahora prófugo.

El delito de encubrimiento tiene una penalidad de un mes a tres años de prisión y multa de hasta 30 días de salario.