EL IV PODER: Comienza el desfile de aspirantes priísta hacia el 2014 en Acaponeta

Por: Juan Fregoso

08 / Febrero / 2013

Aun cuando las manecillas del reloj político están muy lejos de marcar los tiempos políticos electorales, los grupos políticos ya han empezado a moverse en el escenario pre-electoral, auque dichos movimientos lo vienen haciendo de manera cautelosa, pero aun así sus actividades proselitistas no han pasado inadvertida para la gente.
Es así como han comenzado a desfilar los nombres de algunos cuadros priístas que aspiran principalmente a la presidencia municipal. En forma limitativa podemos mencionar al licenciado Antonio Sáizar Guerrero, actual notario público por la primera demarcación, quien tendría que pedir licencia para postularse como candidato a la alcaldía.

Toño Sáizar cuenta con una notable trayectoria política, ha ocupado—por lo que se sabe—diversas carteras al interior del Partido Revolucionario Institucional, instituto que lo llevó al Congreso del Estado como diputado, como tal, se dice que impulsó diversas iniciativas de leyes a favor del municipio y del propio estado, por lo que para algunos tiene posibilidades de ser ungido como candidato presidencial.
Javier Cossío Mayorquín, desde hace tiempo que le tira a la presidencia municipal. El controvertido Chacalillas tiene una sólida formación política que le ha permitido ocupar distintos cargos políticos, entre los más sobresalientes destaca el haber sido dirigente de su partido y del Sindicato de la Liga de Comunidades Agrarias, también fue diputado plurinominal en el sexenio de Rigoberto Ochoa Zaragoza.

Para quienes conocen de política, Cossío Mayorquín es el hombre ideal en estos momentos para contender por la presidencia en 2014, sin embargo, otros opinan que no tiene el respaldo de un gran sector de la sociedad acaponetense y, lo que es peor, ni de la cúpula priísta, pero aun así, el actual director del Oroapa ya externó su intención de participar en la próxima justa electoral, sólo está esperando los tiempos para renunciar al cargo que ostenta para dedicarse de lleno a hacer campaña política.
También en las marquesinas de la política local, figura el nombre del presidente de la Asociación Ganadera, Inocente Mejía, quien se desempeño como regidor en el trienio pasado. A Chente Mejía no se le conocen otros cargos, pero se comenta que tiene fuertes lazos de amistad con el gobernador del estado, Roberto Sandoval Castañeda, por lo tanto, las ambiciones del dirigente ganadero se cifran en la figura del mandatario nayarita.
Juan Francisco de Dios Ortega es otro político que aparece en la lista de presidenciables. Juan Francisco de Dios, también cuenta con una largo recorrido político; el profesor fue presidente del PRI y durante su liderazgo sacó adelante varios procesos electorales; actualmente funge como responsable de la Secretaría de Enlace con Relaciones Exteriores, y para lo conocedores de la ciencia política el ex presidente del PRI tiene muchas posibilidades de ser nominado como candidato.
Josué Sánchez Rodríguez, actualmente funge como presidente del tricolor. Sánchez Rodríguez, fue director de Obras Públicas en la administración del desaparecido José Chávez Rodríguez, pero fuera de ahí no se le conocen otros cargos que haya ocupado, salvo la presidencia del PRI, que hoy dirige. Actualmente trabaja como docente en la Unidad Académica del Norte. Es ingeniero civil y su mayor mérito consiste en su estrecha relación—al igual que Inocente Mejía—con el gobernador del estado, lo que lo ubica en una posición privilegiada, pues se especula tras bambalinas que Josué Sánchez es el bueno para suceder en el trono a Efraín Arellano Núñez, sobre todo, en estos momentos en que el fiel de la balanza tiene todo el poder en sus manos, y esto podría incidir en la designación de este novel político.

Jorge Arturo Chávez Álvarez, es otro priísta más que figura en el extenso catálogo de presidenciables. Chávez Álvarez contendió por la presidencia municipal en los comicios pasados, pero las condiciones y circunstancias políticas no le fueron favorables, aunque sí consiguió acomodarse en un alto puesto en el gobierno de Roberto Sandoval. Jorge Chávez cuenta con una sólida formación universitaria y con una carrera política, que inició desde muy joven de la mano de su padre, don José Chávez Rodríguez.
Durante el sexenio de Rigoberto Ochoa Zaragoza, se desempeñó como subprocurador técnico de la Procuraduría de Justicia del Estado, y aunque se vio envuelto en serios problemas legales finalmente logró salir prácticamente ileso al no comprobársele lo que en ese entonces se le imputaba, pero de cualquier manera, Chávez Álvarez es un personaje que no se puede descartar en el handicap presidencial.
En la carrera hacia el 2014, también se maneja el nombre del subsecretario de Gobierno, Carlos Rubén López Dado, un político fogueado, con amplia experiencia política, hábil en el manejo de las masas. Sin embargo, su carrera está manchada por la perdida de 60 mil pesos de aquellos, que desparecieron cuando fue tesorero en el municipio de Huajicori.

Ese dinero estaba bajo su resguardo, pues sólo él traía la llave de las arcas de la tesorería, por lo que las sospechas, en ese entonces, recayeron sobre su persona y esa duda aún perdura, puesto que nadie cree la versión que se corrió en aquel tiempo de que habían robado la presidencia. Por tanto, este sería uno de los principales obstáculos que tendría que sortear el subsecretario de Gobierno, debido a que si resultara agraciado con la candidatura, indudablemente, los medios de comunicación se encargarían de recordarle este penoso incidente.
En la liza por la alcaldía resalta el nombre de la actual diputada, Bertha Rodríguez Reynaga, quien desde hace tiempo sueña con llegar a ocupar el viejo palacio ubicado entre Morelos y Puebla. Bertha Rodríguez se ha distinguido por ser una férrea activista de su partido, en donde ha realizado importantes cargos en ese instituto político. Lamentablemente, todo indica que no ha sabido capitalizar la diputación que hoy detenta, ya que la ciudadanía se queja de que cuando van a buscarla al Congreso nunca la encuentran, como tampoco se le encuentra en su casa, hay quienes afirman que la legisladora se esconde para no apoyar a la gente que le dio el voto, pues la señora argumenta que si es diputada no es por el apoyo del pueblo sino por el respaldo que le dio en su momento el ex gobernador, Ney Gonzáles Sánchez. Con todos estos argumentos, con sustento o sin sustento, de todos modos tampoco puede descartarse del juego sucesorio, por lo que no hay que perderla de vista.

Pero en la carrera por la presidencia, también aparece el nombre del empresario, Malaquías Aguiar Flores, mejor conocido como El Malaco. El nombre de este señor desde hace tiempo se ha venido manejando en los pasillos del CDM del PRI, en donde se dice que sería un buen candidato para ganar la presidencia, sin embargo, éste no ha querido participar por cuestiones personales, quizá porque hacerlo implicaría desatender su negocio, pero reza el refrán que es sabios cambiar de opinión.
En el campo de las conjeturas surge el polémico nombre de Martín González Cosío, de quien también se dice que tiene lazos de amistad con el gobernador del estado. En 1999, Martín González contendió a la alcaldía bajo las siglas del PPS, en contra del profesor Enrique Jiménez López, a quien le sacó un buen susto al demostrar su fuerza de convocatoria, basta recordar su cierre de campaña que se llevó a cabo en la plaza Miguel Hidalgo, en donde logró concentrar a miles de simpatizantes, lo que llevó a decir a los dirigentes cetemistas ahora si nos cargó la tiznada.
El magnetismo del entonces candidato solferino consiguió lo que muy pocos han logrado: Movilizar a las masas, tanto de la ciudad como de la mayoría de los ejidos. Se diría que todo el pueblo se volcó a favor de su candidatura y no es exagerado decir que en la plaza donde cerró su campaña no cabía ni un alfiler, lo que hacía suponer un rotundo éxito electoral favorable para Martín González. Aquella histórica contienda presidencial quedó en entredicho, pues a 13 años de distancia se especula que el PRI ante una inminente derrota se valió de métodos fraudulentos para hacer ganar a su candidato, versión que nunca fue desmentida, por lo tanto, Enrique Jiménez llegó a la presidencia bajo la sombra del fraude.
Por último, si llegaran a aplicarse las viejas reglas del sistema político mexicano, en que el padre elige al hijo para sucederlo, es casi seguro que el próximo presidente municipal sería el joven empresario camaronero, Humberto Núñez Arellano, hermano del actual munícipe. Existen sobradas razones para llegar a esta conclusión, pues desde hace varios meses, Humberto Núñez ha sido colocado en el escaparate político, al parecer para darlo a conocer, ya que las actividades que anda realizando son con el fin de llegar a la dirigencia de la ganadera, que de ganarla se convertiría en la plataforma para emprender el vuelo hacia el verdadero objetivo que se persigue, pues hay que recordar que de ahí brincó Efraín Arellano a la presidencia por primera vez, ahí consolidó su carrera política que lo llevó a ocupar la silla presidencial por segunda ocasión, en un hecho inédito, pues la historia es fiel testigo que ningún otro presidente había repetido en el municipio de Acaponeta.
Por mientras, ahí están algunas cartas con las cuales puede jugar el PRI, aunque queda claro que a medida que se acerquen los tiempos irán surgiendo los nombres de otros políticos priístas que también se frotan las manos y hasta se comen las uñas con la esperanza de que el dedo divino—ese que aún existe, se diga lo que se diga—tome la decisión de palomear, entre todos los pretensos, a quien habrá de ascender al Olimpo en el 2014.