La vida es un diamante ¡RAFA AL BAT...!

Una serpentinante pelota espera

21 / Febrero / 2013

Por El Caribeño


El beisbol surgió en América heredando ideas básicas de juegos británicos y alimentados por la pasión de trabajadores del campo y puerto, de industria y academia.

En el principio fue cualquier terreno baldío, un solar, una bola improvisada, unos guantes que querían llegar a la eternidad cada vez más destartajados, cojines rotos, bardas imaginarias

El Rey de los Deportes ha seducido a muchos; no ha faltado quien ha encontrado –jugando- en su práctica notas dramáticas, epopéyicas, suavemente líricas, retratos de condición humana, motivos de humor y reflexión. Es un juego que parece hecho para la construcción de mitos y leyendas, de heroicidades morosas y fulminantes, de desplantes verbales y elegancias poderosas.

No sólo ‘Charlie Brown’ lo jugó –en cartones célebres-, ni los personajes del monero Abel Quezada, en bellos cuadros, lo actuaron con serena intensidad y desconcierto.

Los escritores de Estados Unidos y de Cuba lo han contado, como Nicolás Guillén en su célebre poema de Martín Dihigo o Eduardo Lizalde, en uno de sus textos recocidos de esta Novena.

Debemos pues, a Miguel Flores Ramírez el Line Up estelar –autor del libro La Vida en el Diamante-, cuyo escritor inicialista es el poeta Alberto Blanco, quien resume en múltiples hallazgos la importancia vital del niño con este juego que todo lo mejor concentra, que concentra como nada quizá es más propio de la literatura y de la vida; es decir la búsqueda, el destino, la voluntad, el azar.

Anota así, Blanco:


¡Qué difícil sostener un duelo de pitcheo

hasta el final del partido!

Un descuido y la pelota

Va a dar al otro lado de la barda.

Lo que era una blanqueada

se puede convertir de pronto

En un racimo de carreras.

()

¡Qué difícil es abrir el corazón

al tumulto luminoso de la vida!


A nuestros orgullosamente pelotaris y aficionados nayaritas al Rey de los Deportes: el beisbol ¡Rafa, al bat!...