Líneas:Entrevista al Prof. Antonio Gallardo Villela (El Guarino)
(Segunda parte)

Por: José Ma. Narváez Ramírez.

15 / Marzo / 2013

Te decía al principio que venía a Tepic con la idea de que aquí estaba la élite del magisterio Y me presenté a la una de la tarde –él entraba a la una y media- y el maestro que llegó más temprano, se presentó dos horas más tarde y le dijo en son de burla al director: Juanito, tarde, pero sin sueño

A esa hora se iba el director a comer. En esa escuela me atacaban por todos lados. No era atentar contra mi persona sino contra mi familia, de pronto me llega un citatorio para que me presentara a la SEP, fui con el representante Ricardo Calderón Hernández Téllez, y me hizo saber que tenía una acusación muy seria (yo pensé de inmediato que aquello llevaba un tinte político, no queríamos nada con Flores Curiel) y le pregunté que de qué se trataba.

Pues, que tú abusas de las niñas –me soltó a boca de jarro-. Ah, que mi cabrón, no te miento la madre nomás porque somos amigos –le contesté- a mí no me estás preguntando sino a mi familia. Hay una acusación de parte de unas madres de familia de la escuela Miguel Hidalgo -me dijo-. Ah sí, -fue mi respuesta- ¿y qué hay que hacer? -Pues yo aquí la tengo detenida para que no proceda ¿qué vas a hacer? -Me contestó. Y mi respuesta fue: Has lo que quieras, no pasa de que dure más de seis años en la cárcel con Flores Curiel. Y salí sin despedirme.

Un gran amigo mío, que después se hizo militante del PPS cuando el maestro Vicente Lombardo Toledano y Alejandro Gascón Mercado, Nati Gamboa, era judicial, le platiqué el asunto y me dijo: Déjalo de mi cuenta, Guarino, contigo no hay problema.

En una camioneta oficial acompañado por cuatro judiciales, se presentó a la dirección de la escuela, con toda la actitud de aprehenderme y muy serio dijo: Profesor Antonio Gallardo Villela y a usted director, los voy a llevar a la comisaría porque existe una acusación muy seria y usted irá como responsable de su personal, se acusa de que el maestro abusa de las muchachas, que les toca sus partes pudendas. A esto el director, que estaba muy nervioso inmediatamente dijo: No no, yo no dije que dijeran de eso

Me causó risa la situación, yo sabía que venía de arriba, solito se echó la soga al cuello. Afortunadamente –por qué no decir gracias a Dios- se superó esto. Después otra cosa, se me acusó de que golpeaba mucho a los muchachos y que había dejado a un alumno tarado y le daban convulsiones a causa de los golpes que supuestamente yo le daba en la cabeza.

Yo tenía trato con él, porque una vez vino un agregado cultural de Rusia y él era presidente municipal, y había comunicación, así es que le dije: Oiga, fíjese que traigo este problema. Si, yo lo atiendo –me contestó- ya investigué y desde muy pequeño le pegan convulsiones al chamaco. Y ahí quedó la cosa.

Después me dediqué en cuerpo y alma al magisterio, como siempre, para realmente a ver si contaminaba a los maestros –modestia aparte- a que verdaderamente cumpliéramos con nuestra obligación, con nuestra responsabilidad como educadores. Una cosa que tuve en toda ocasión presente fue formar el hábito de la lectura, porque entendí a los quince años de maestro, que no era posible que un chamaco se convenciera de este hábito si el maestro no ponía el ejemplo. Tú no puedes dar lo que no tienes. Y logramos hacer un Círculo de Estudio y todas esas cosas, se incrementó bastante este hábito, y por mi militancia política, y por mi experiencia en la lucha, yo corregía los discursos de los muchachos para las competencias de oratoria y todos esos jóvenes ganaban los primeros lugares en aquellos certámenes.

Respecto a la militancia política, pertenecía al PPS en el 55, a invitación de Raúl Rea Carvajal.

Con relación a Pepe Narváez Madrigal, con todo respeto y con cariño te digo que yo quise mucho a tu padre, él me insistía mucho: Guarino, vente para acá a las juventudes priístas para que organices el deporte. No Pepe, te lo agradezco, pero jamás seré militante del PRI. No –insistía- como dice tu padre, jugar a la Lotería e ir en contra del PRI, es como tirarle de pedradas a la luna

Será melón, será sandía, pero yo no, Pepe, te lo agradezco –le repetía-.

Hacía en aquel tiempo la mercadotecnia de los deportistas, de parte de Tabaco en Rama, comparaba a los mejores basquetbolistas, a los mejores voleibolistas, a los mejores futbolistas, dándoles trabajo para que formaran parte de sus equipos, y eso aumentó más mi carácter combativo y me dije: Oloverán cabrones, y agarré un equipo de futbol primero y nos enseñamos a patear con la izquierda y con la derecha y ya nadie nos ganaba, ni el trabuco de Tabaco en Rama, con su flamante uniforme y nosotros vestidos con sencillez. Luego en el basquetbol, organizamos un potente trabuco con Enrique Figueroa, Pancho Romero El Coleman, mi hermano Román Gallardo, El Teco Romero, Nacho Valdés, y otros más, y les ganamos a los poderosos conjuntos de la CTM, del PRI y de TERSA, en un campeonato, al terminar uno de los encuentros con este último, me acuerdo muy bien, El Becerro Meléndrez estaba dirigiendo al equipo tabaquero, y El Jojol Beto Parra Camacho (a quien yo quiero mucho y a su familia) comandaba el de nosotros, y les jugamos con únicamente tres jugadores, Román, Nachillo Valdez y yo, e íbamos parejeando y ya para terminar el juego medio la puntada de hacer tiro de larga distancia y la encesté Y yo hice una señal grosera y les dije: Nos la pelaron, hijos de la chingada

Y el deporte que me dio muchas experiencias y satisfacciones fue el futbol. Junto con Barba, Miguel, Salvador El Nevado –preferentemente- hicimos crecer este deporte en Santiago, porque hubo una racha buena en la que participó El Cachi Vallarta, El Monchi, Toño Vallarta, los Canarios Sánchez de Guadalajara. El Chahalaco Efrén Rodríguez y otros. Metimos el futbol en El Jicote, en Pozo de Ibarra, en Villa Hidalgo, en Villa Juárez y en muchos poblados más.

Te repito, tu papá me insistió demasiado, pero entendió que yo tenía otro derrotero Y cuando llegó Rea Carvajal a la escuela Juan Escutia, donde yo trabajaba, me invitó al Partido, entonces estaba con la experiencia de las locuras y grillas, así es que le dije: Aquí estoy.

Recuerdo que estando en la escuela Miguel Hidalgo, llegó un ingeniero de nombre Oscar López Chávez, el primer director de la Escuela Secundaria Técnica Industrial y Comercial No. 84, que dependía de la Dirección General de Escuelas Técnicas Industriales y Comerciales, nada tenía que ver con el sindicato; él y su esposa Eglan –pariente de los Narváez- llevaba mucha amistad con La China, mi hermana, y con todos nosotros, y me habló para que le ayudara a seleccionar los nombres de los maestros que trabajarían en su naciente escuela. Y le dí los nombres de los profesores de Física, de Química, de Historia, de Civismo y otros más. Los consultó y efectivamente eran buenos maestros y al final de todo me dijo: ¿Y tú qué? No –le dije- yo me regreso a Tepic. Y por esa razón, la muerte de mi hijo y el ofrecimiento ese, entré a la Penal como maestro y al Miguel Hidalgo.

(L).- ¿Y cómo entraste de lleno a la política?

(AGV).- Desde que me invitó Raúl Rea Carvajal, de lleno me involucré. Porque había una cosa muy importante, Pepe, siempre el PPS se preocupó por algo que no se interesan actualmente los Partidos: la formación de cuadros. Creen que los cuadros se forman en una olla Express, no, hay que combinar el trabajo con el pueblo y el estudio y esto, lo considero muy importante y ahora está muy descuidado este renglón, simplemente ¿dónde encuentras un verdadero líder? Hay presidentes municipales, hay diputados, hay senadores, hay regidores, hay gobernadores pero es muy difícil que lleguen a ser líderes. Por ejemplo ahorita Pavel, lo quieren hacer líder natural, pero no creo que sea esa la forma. No importa la edad, lo que importa es que tú sientas aquí al pueblo, que lo lleve en el corazón. Yo sinceramente, sí quiero mucho a Santiago, hasta sueño si Dios me socorre con un pinche premio, a ver qué hacemos ahí junto con los mejores santiaguenses Mucho lo quiero a Santiago