EL IV PODER : Tras la reforma energética: La mano negra de CSG

Por: Juan Fregoso

21 / Marzo / 2013

A setenta y cinco años de que el presidente de la República, Lázaro Cárdenas, nacionalizó el petróleo arrancándolo de manos extranjeras, es un tema que sigue causando polémica sobre todo cada cambio de sexenio. El fantasma de la privatización del hidrocarburo, de que vuelva a caer en poder de compañías foráneas, preocupa en gran medida al grueso de la población de México, ya que los mexicanos aducen que este bien constituye el soporte de nuestra economía, por lo que no debe estar bajo el dominio extranjero nunca más.

En este contexto y con motivo del día de la expropiación petrolera, decretada el 18 de marzo de 1938, por el entonces presidente Lázaro Cárdenas, Enrique Peña Nieto declaró que Petróleos Mexicanos (Pemex) no se venderá ni se privatizara con la reforma energética que su gobierno viene impulsando. El presidente aseguró que la paraestatal solamente necesita una modernización inaplazable, pero fue enfático en el sentido de que el petróleo seguirá siendo patrimonio del pueblo de México; Pemex, dijo, es y seguirá siendo patrimonio de todos los mexicanos, en un gesto por transmitir confianza de que el gobierno peñanietista está muy lejos de vender la industria petrolera.

Al contrario, en su discurso el mandatario instó a impulsar la reforma energética que permitirá maximizar la renta petrolera, aprovechar los vastos recursos energéticos del país y hacer de Pemex una empresa competitiva. Asimismo, planteó transformar a Pemex para transformar a México. Si mejora el sector energético, habrá de mejorar todo México, aseveró el titular del Poder Ejecutivo. Y añadió; trabajemos juntos para hacer de Pemex la gran empresa que está destinada a ser.


Señaló que las modificaciones legales contemplarán mejores tarifas eléctricas para apoyar la economía familiar y la productividad en pequeñas y medianas empresas. Por su parte, el director general de Pemex, Emilio Lozoya Austin, subrayó que la paraestatal y los recursos petroleros continuarán siendo de los mexicanos y remarcó que Pemex ha sido de todos los mexicanos, no tiene sentido plantear siquiera que el petróleo deje de ser de los mexicanos, anunció.

Lozoya pidió aprovechar las oportunidades que ofrecen los cambios tecnológicos, así como los retos técnicos y financieros que plantean los hidrocarburos no convencionales y las perspectivas del mercado. También, puntualizó que Pemex ha cumplido con su tarea de contribuir con el gasto público nacional, y ha sido fuente de riqueza y orgullo para todos los mexicanos.

Con todo, el recelo prevalece en el ánimo del pueblo de México porque siempre que hay un cambio de gobierno existe la tentación de privatizar el sector energético, puesto que los EU siempre han mostrado interés por apoderarse de esta riqueza que sostiene el andamiaje de la economía mexicana. Por ello, algunos líderes locales han externado su desconfianza en este sentido, ya que argumentan que no han sido pocos los presidentes que han intentado ceder a las pretensiones del gobierno estadounidense, de hecho, comentaron que gran parte de la industria petrolera ya se encuentra en manos de particulares por lo que no creen en las palabras ni del presidente Enrique Peña Nieto ni en las del director de Pemex, pues consideran que tales razonamientos sólo son una estrategia que encubre sus verdaderas intenciones, que son las de privatizar la industria petrolera.


Sostienen que el petróleo debe ser propiedad de la nación, de nadie más, porque entregarlo o venderlo se lesionaría la soberanía de México, implicaría volver al pasado cuando el petróleo estaba en poder de compañías norteamericanas e inglesas principalmente. Por lo que de darse esta situación el esfuerzo por su recuperación que llevó a cabo el general Lázaro Cárdenas, constituiría una ofensa a la memoria de un hombre con verdadero espíritu patriótico que tuvo el valor de quitarles a los gringos un bien que sólo le pertenece al pueblo de México.

Uno de esos férreos defensores del petróleo es Zeferino Lora Estrada, quien no cree en lo más mínimo en el gobierno peñanietista, pues asegura que la verdadera intención del gobierno federal es privatizar la industria petrolera. Por lo tanto, apunta que Morena no se dejará engañar, al contrario, exhorta a todos los mexicanos a defender ese bien que es propiedad nuestra, ya que ni el gobierno se puede ostentar como su propietario; el gobierno es tan sólo depositario de todos nuestros bienes, el pueblo mexicano sólo les ha conferido el poder de administrarlo, en este sentido es un simple administrador y como tal no puede ni debe disponer de nuestras riquezas, en este caso, del petróleo. Indicó que hoy más que nunca el gobierno federal tiene la firme la intención de privatizar Pemex; lo que ha lanzado el presidente es simplemente una cortina de humo, porque encubre sus verdaderos propósitos, ya que nosotros sabemos que detrás de todo esto está la mano negra de Carlos Salinas de Gortari, el poder tras el trono.

El político tecualense quien se ha distinguido por ser un incansable luchador social, explicó que no se le puede tener confianza a un presidente que llegó cuestionado, rodeado de dinosaurios que no se han hartado de saquear al país, como es el caso de Carlos Salinas, el cual en su momento intentó la privatización de Pemex y de muchos otros bienes. Hoy, Salinas vuelve al poder tras bambalinas y desde ahí busca hacer realidad su sueño transexenal, un sueño que nunca pudo ocultar y que ahora bajo la presidencia de Enrique Peña Nieto, que no es quien verdaderamente gobierna, sino el grupo Atlacomulco liderado por el ex presidente, está buscando a toda costa realizar las reformas que en su tiempo no pudo hacer, y desde luego, entre esas reformas, sobresale la privatización del petróleo, lo cual no debemos permitir, por eso Morena y otras organizaciones sociales daremos la batalla en contra de una medida a todas luces contrarrevolucionaria, que atenta contra la soberanía de México.

Morena no bajará la guardia, junto con otras organizaciones realizaremos movilizaciones pacíficas para impedir que se cometa esta arbitrariedad que soterradamente pretende efectuar el gobierno federal; que no se les olvide que en las elecciones pasadas sólo seis de cada diez mexicanos votaron por el PRI, lo que significa que la fuerza la tiene el pueblo y éste ya no está dispuesto a seguir tolerando más imposiciones que perjudican no solamente a los mexicanos de hoy, sino también a las nuevas y futuras generaciones que aspiran a un México libre de ataduras y presiones de la oligarquía que pretende devorarlo todo sin que les importe la miseria en que viven millones de mexicanos. No se vale, por eso es necesario que nos unifiquemos para evitar esta infamia, que de permitir que se consume, los afectados serán nuestros hijos y nietos, los cuales reclaman un México moderno y justo, no merecen heredar un país endeudado o hipotecado más de lo que ya está, puntualizó.