Líneas: Guillermo Kodadac Osuna Aréchiga

Por: José Ma. Narváez Ramírez.

04 / Abril / 2013

La vieja guardia de santiagoixcuintlenses, representada actualmente en Tepic, por don Osmar Ignacio Flores Hernández, no podrá olvidar al dilecto amigo Kodadac –que era su nombre, no un apodo- por la interminable serie de anécdotas en las que él era el principal actor, y gustaba de remembrarlas en toda ocasión en que se reunía con los cuates para reír a mandíbula batiente y estas juntas se realizaban casi a diario, ya que don Memo era propietario del Club Ixcuintla (distinguido centro de chúpe a discreción, cubiletazo y bohemia, por allá en terrenos cercanos al Seguro Social -que todavía funciona aunque no esté atendido por su dilecto fundador-).

Una de sus características principales era la de no tolerar en su distinguido antro a clientes que no eran muy gratos o que le debían dinero y no hacían el menos intento por pagarle, así que ipso facto los invitaba a salir fuera del bar, por lo que se ganó rápidamente la fama de ser El Rey del Corrido.

Pero era mejor conocido por su lema que lo llevó a la fama al pronunciar la frase: Todo lo hago por ayudarte, cuando alguno de sus clientes le pedía monedas para la rockola y él les repetía a manera de consejo que guardara aquél dinero y se comprara truzas o calcetines Aunque al final de la tomadera le clavara el tridente para evitar que el parroquiano siguiera la farra en otro lugar donde corría el peligro de ser asaltado o le bajaran su lana

Cada año, el 28 de diciembre, día de los santos inocentes sus amigos le comentaban que esa fecha era precisamente de los santos inocentes, a lo que él respondía: ¿y cuándo chingados va a ser el día de los culpables?

Cuando entre su clientela llegaba alguno que se había ausentado algún tiempo por diversas causas y entraba al club saludando de mano efusivamente a la gallada, él les gritaba desde la barra: ¡Qué saludadera! o ¡Qué abrazadera!

También solía vacilar cuando alguien comentaba: ¡Qué muchacho tan simpático! Y Kodadac respingaba inmediatamente diciendo que no veía por ninguna parte que el tipo aludido careciera de pático

Una vez que demostraba sus dotes de bueno para la carambola ante un adversario de categoría como lo era Salomón Tarabay, en esto del entretenimiento llamado de los Reyes; en esa ocasión disputaban un partido en el que Guillermo le había dado 30 carambolas sencillas de ventaja, pero en los primeros escarceos del juego, Kodadac terminó su serie a cien carambolas y le decía a Salomón; ya terminé –repitiéndole varias veces- a la tercera el derrotado le dijo en tono airado: ¿Y qué quieres, que te levante en hombros o qué?...

Cuando llegaba la hora de suspender el trago y la botaniza, para retirarse a dormir Kodadac siempre se despedía de ésta manera: Me voy al sarcófago a roncar

El diez de noviembre de 2012, Guillermo Kodadac Osuna Aréchiga, dejó este mundo de amigos, que aún lamentan su adelanto En lo personal lo recuerdo como un atento y diligente sécond del tremendo boxeador Rafael Carvajal Kid Terranova 1ro. (El segundo fue Carmelo Hernández, un aguerrido fajador, muy especial para los cates).
En la cantina veíamos al popular Chato hermano menor del Bolo y El Camarón Robles, que al parecer se retiró de los ruedos etílicos por una enfadosa e indecente diabetes

Kodadac fue una persona muy simpática –a pesar de que no le hallaba la cuadratura al patico- muy especial en su trato y siempre dispuesto a la charla humorística y también conocedor de las cualidades artísticas de alguien con talento, por ejemplo el popular Zunny y su Acordeón Mágico, que alguna temporada deleitó a la selecta clientela de su Club con aplaudidas interpretaciones, que eran coreadas con la repetida frase de no hay fijón O cuando el Maestro Soto, el director de la Orquesta de Cámara Ocanay, se aventó magistralmente Moliendo Café en una vieja guitarra que estaba por ahí arrumbada en un rincón de la cantina Era la hora de los borrachitos enfadosos y a la hora de que el Maestro Luis Josué pulsó la lira como todo un profesional salido del Conservatorio, aquello se transformó en un sepulcro hasta que terminó el consumado guitarrista, que recibió una verdadera carretada de aplausos y vítores Hoy Luis Josué se ha de acordar de aquella ocasión que levantó inusitado revuelo en el Club Ixcuintla Al igual que el famoso Moi Rentería, afamado cantante de la barra, que a la hora del artista le pedían que interpretara una rola y don Moi, se aventaba una serie de canciones agarrando una de las botellas a manera de micrófono, que disimuladamente depositaba entre los muertos de la mesa vecina, cargándolo a la honorable cuenta del emocionado y distraído compañero mientras aplaudía entusiasmado

Los clientes asiduos, como Nacho Flores, que por cierto colgó la última copa del clavo el olvido, y los de pelea, como los del otro Club de Don Gato y su pandilla (comandados por los hermanos Ruiz, y el Ingeniero Díaz,), la Rata Flores, Elías Bob Mathias Santoyo, el Chato Cabezas, el Monje, El Pelón Campa, los Lomelí Brothers, la parvada de la CFE de El Salto de Jumatán y una bola de amigos y paisanos de la tierra santiagoixcuintleña que todavía no dan su brazo a torcer y siguen al pie de la cureña, visitando el antro donde nomás el chicharrón del Kodadac tronaba y cuando se trataba de correr a alguno lo corría y tan tan

Control Señores Control Se nos adelantó en el viaje al extremo Oriente, pero allá está con el Ingeniero Arturo ConejoAranda Fonseca, Winston Tortajada, Raúl y Toti Parada Ramos, El Nolo Forces –solito entra- y todos aquellos que eran de la vieja guardia, esperándonos con la sonrisa franca y el cubilete en la mano para darnos una cátedra de cómo se sacan seis ases o se saca el as en el colimote ¡SALUD, AMIGO KODADAC!
(Y gracias a don Osmar Ignacio Flores Hernández, por proporcionarnos las anécdotas).
311 145 18-81