EL IV PODER

Por: Juan Fregoso

09 / Abril / 2013

*Existen sospechas de que Hugo Chávez fue asesinado por los EU

*El cáncer que le causó la muerte pudo habérsele administrado

*Con el propósito de matarlo por ser un estorbo a los intereses del imperialismo yanqui

Cuando se supo de la muerte del presidente venezolano, Hugo Chávez, en esta misma columna deslicé la posibilidad de que el líder pudo haber sido asesinado; escribí entonces, que Chávez era un estorbo para los EU, los cuales desde siempre han intentado apoderarse del petróleo, no solamente de Venezuela sino de otros países entre los que no se cuenta México.


Hoy, a un mes de la muerte de Hugo Chávez las sospechas en torno a la verdadera causa de su deceso cobran más fuerza que nunca. En efecto, sobre el particular, la escritora Eva Golinger escribió que el actual presidente de la República Bolivariana, Nicolás Maduro, ha anunciado la formación de una Comisión Presidencial con los mejores científicos y técnicos del mundo para determinar si Chávez fue inoculado con la enfermedad del cáncer, causando su muerte.


Mientras que Nicolás Maduro y otros miembros del gobierno venezolano han externado su certeza sobre la posible inoculación del cáncer, afirmando que sólo faltan los resultados de las investigaciones científicas que revelarían la verdad de este acontecimiento que conmovió al mundo. ¿Es posible que al presidente Chávez le hayan provocado su enfermedad con el fin de deshacerse de él?, desde la perspectiva de esta columna sí es posible, pues hay que recordar que siendo candidato a la presidencia de México, José López Portillo, también estuvo a punto de ser víctima del Imperio, mediante la siniestra CIA cuyos tentáculos se extienden a todo el mundo. Por alguna razón, el entonces candidato priísta no era del agrado del gobierno estadounidense, por eso intentaron matarlo, aunque de este episodio poco se sepa.


Y si José López Portillo estuvo a punto de ser eliminado, ¿por qué no habría de serlo el controvertido Hugo Chávez, quien jamás se doblegó ante las presiones del coloso del norte? Para los escépticos—escribe Golinger—de siempre, esta posibilidad parece un cuento de hadas, algo de ciencia ficción, hecho en Hollywood. Sin embargo, las innegables evidencias sobre el desarrollo del cáncer como un arma biológica, formulada para asesinar a líderes no convenientes, existen.


De acuerdo con los datos proporcionados por la investigadora, informes internos del Gobierno de EU demuestran de manera irrefutable que el presidente Hugo Chávez era uno de los blancos principales de los más poderosos y nefastos intereses de Washintong. Como así lo explicó el editor del diario Últimas Noticias en Venezuela, Eleazar Díaz Rangel, en su columna ¿Cáncer Inoculado? del 17 de marzo, muestra de la biopsia practicada a Chávez y enviadas a laboratorios especializados de Brasil, China, Rusia y, con nombre supuesto, EE.UU, coincidieron en que se trataba de células únicas, de un cáncer extremadamente agresivo y aparentemente desconocido.


La naturaleza agresiva y desconocida de la enfermedad del presidente Chávez, además de la inexistencia de una herencia de cáncer en su familia, apuntan claramente a la real posibilidad de que el líder de la Revolución Bolivariana haya sido asesinado. Se sabe que desde su primera victoria electoral, el gobierno estadounidense tenía sus puestos sobre Hugo Chávez. En principio, no confiaban en su discurso revolucionario, y desestimaban su capacidad de liderazgo y el cumplimiento de sus promesas.


El cuatro de febrero de 1992, Chávez encabezó una rebelión contra el gobierno de Carlos Andrés Pérez, aliado de Washintong, el Departamento de Estado lo tenía en la lista negra, calificándolo de terrorista y negándole la obtención de su visa para viajar a territorio norteamericano, de igual manera, cuando ganó la presidencia de Venezuela en 1988, fue entregada su visa y fue invitado a unirse al club de los poderosos.

Chávez rechazó todas estas ofertas, que también vinieron a través de otros jefes de Estado de países aliados de Washintong, como España, y poderosos empresarios interesados en mantener su dominación sobre el petróleo y el mercado venezolano. Ante la negativa de Chávez, quien demostró que no era comprable, los grupos opositores a su régimen activaron el plan para derrocarlo, para ello, los EU trabajaron en conjunto con los empresarios, políticos y militares aliados del Imperio, ejecutaron un golpe de estado en contra del ex presidente venezolano en abril de 2002 con la intención de no solamente derrocarlo del poder, sino también asesinarlo.


En este contexto, documentos del Departamento de Estado previos a los días al golpe de estado afirman que, efectivamente, existía un plan para asesinar a Chávez. El propio asistente secretario de Estado de entonces, Otto Reich, aseguró que ellos mismos sabían de un plan de magnicidio contra el presidente Hugo Chávez, y lo sabían desde 2002.


Chávez mismo contó una vez durante un discurso que el embajador estadounidense Charles Shapiro, quien tuvo un papel importante como coordinador de la desestabilización en su contra, lo había llamado durante semanas previas al golpe para informarle sobre el plan de asesinarlo que estaban preparando algunos sectores de la oposición. Sin embargo, gracias al gran apoyo que tenía Chávez dentro del pueblo venezolano y las Fuerzas Armadas leales, ese plan de magnicidio fue impedido, y el golpe resultó fallido.


Pero el plan se mantenía activo, de lo que se deduce, que EU no descansaría hasta aniquilar al comandante, como finalmente ocurrió, pues nadie—principalmente el pueblo de Venezuela—se traga el cuento de que su presidente haya muerto de forma natural, puesto que todos están convencidos que el cáncer que terminó con su vida, le fue inoculado por las manos asesinas del gobierno estadounidense, el que ahora buscará la forma de transar con Nicolás Maduro, quien tendrá que demostrar ser digno sucesor del presidente, Hugo Chávez, un auténtico revolucionario que supo defender con gallardía a su nación de la intervención del imperialismo yanqui.

Ese es el reto de Nicolás Maduro, quien tendrá que hacer honor a su apellido, de lo contrario, Venezuela acabará siendo un satélite más de los EU, los cuales de este modo estarán en posibilidades de cristalizar su más caro sueño, es decir, adueñarse de todo el petróleo, que tanto defendió y por el cual dio la vida el presidente Hugo Chávez.