EL IV PODER: La droga que llegó convertirse en un símbolo sociocultural en nuestro sistema de vida

Por: Juan Fregoso

19 / Abril / 2013

Jhon Pemberton, quien se hacía llamar doctor sin serlo, tenía 31 años cuando terminó la Guerra de Secesión en los Estados Unidos. Había peleado en Georgia bajo las órdenes del general Joe Wheeler, y quedó en la miseria luego de la derrota sureña.

Ex estudiante de farmacia, Pemberton era apasionado de la alquimia. Después de casarse, en 1869, con Clifford Lewis, harto de la vida poco estimulante que ofrecía el pueblo de Columbus, se instaló en Atlanta, capital del estado.

Era la época de expansión del coloso norteño y de los grandes inventores. Pemberton se dedicó con apasionamiento a la búsqueda y elaboración de medicinas para enfermedades como la caída del pelo, jarabes para tos, pastillas para el hígado y tintes para el pelo. Todos productos de venta fácil en el Lejano Oeste.

Escaso de recursos, se asoció con Wilson y Taylor, dos hombres de negocios que decidieron apostar a los inventos de Pemberton. Para asegurar las ganancias, parte de la inversión se utilizó para abrir un drugstore, y la otra fue para financiar los experimentos del improvisado científico.
En el laboratorio ubicado en la trastienda, el farmacéutico trabajo durante 17 años con gran entusiasmo. Mientras tanto, además de los medicamentos, vendía bebidas sin alcohol. En 1880 compró una fuente de soda, un aparato de ocho metros de largo, que tenía decenas de grifos por donde salían todo tipo de empalagosos brebajes. La clientela hacía fila frente al establecimiento para probar los nuevos sabores.

Entusiasmado por el éxito, Pemberton decidió retomar una vieja fórmula utilizada en Senegal y Cayena; los ingredientes eran agua, azúcar, vino, hojas de coca y nuez de cola. Realizó muchas pruebas para lograr un jarabe tonificante, que aliviara los dolores cabeza y fuese un estimulante. En 1885 se registró el nombre de la marca como French and Tonic Stimulant, y lo ofrecía al público como remedio casero.Al año siguiente, le quitaron el alcohol y pasó a llamarse Coca-Cola. Había nacido uno de los símbolos del siglo XX.
Aquel jarabe comenzó a venderse en las farmacias, Mejor dicho, a regalarse. En un primer momento, se regalaban cupones que se canjeaban por un vaso de Coca-Cola. Pemberton y sus socios vendían el jarabe, que luego era combinado con agua carbonatada, resultando así un refresco. Al principio se publicitó como el mejor remedio para recuperarse de una noche de borrachera, lo que contribuyó al acrecentamiento de clientes.
Un buen día, según se sabe hoy, llegó un parroquiano después de una noche de excesos alcohólicos. Pidió a Pemberton un vaso de esa cosa que aliviaba la resaca; al servirlo, se equivocó y mezcló el jarabe con agua gaseosa. Después de varios vasos, dándose de cuenta del error, lo sirvió con agua común. El hombre, con cara de asco, preguntó dónde estaban las burbujas, porque así era repugnante.

Pemberton decidió pasar del jarabe curativo a la bebida por placer. Así, en 1887, se asoció con otros tres hombres de negocios, y fundaron la Pemberton Company. No descuidando ningún detalle del relanzamiento de la bebida. El logotipo que hoy conocemos fue diseñado ese año por el primer contador de la empresa, de nombre Robinson. El rojo y blanco de la bandera norteamericana fueron los colores que identificarían al producto.
Así, en los diarios de Atlanta podía verse el anuncio de aquel producto al que se le atribuyeron muchas propiedades, especialmente curativas. Lo contrastante del caso es que Pemberton cayó en quiebra, lo que lo obligó a vender un tercio de sus acciones a otros empresarios que vieron en este producto un gran negocio. Fue de este modo que pasó a manos de Asa Candler, quien por 550 dólares se hizo de la última parte del negocio de su creador.
Candler invirtió un total de 2 mil 300 dólares para ser el dueño único de la bebida, y es que éste hombre estaba convencido de que con una buena publicidad podía venderse absolutamente cualquier cosa. Demostró no estar equivocado. El 22 de abril de 1891, Candler pasa a ser—como se lo propuso—a ser el único que conoce el secreto de la fórmula. Pemberton se la había confiado antes de morir, sin sospechar siquiera la trascendencia que tendría su invento y que a través de los años se convertiría en un auténtico emporio comercial. En efecto, entre todos los productos comerciales, la Coca-Cola es el más conocido y vendido en el mundo. Se calcula que se consume, por lo menos, en 140 países y sólo en Estados Unidos se venden diariamente más 80 millones de unidades.

Por si fuera poco, la bebida no solamente se ha convertido en un símbolo sociocultural de un sistema de vida. Adonde vayamos, sea una ciudad, pueblo, Oriente u Occidente, nos encontramos algún anuncio ofreciendo este elixir inventado por Jhon Pemberton, hace más de cien años. Sin embargo, como todo tiende a modernizarse, la nota que habría que destacar es que la fórmula original descubierta por Pemberton acabó adulterándose, pues hoy se sabe que aquel brebaje milagroso, es ahora un producto dañino para la salud humana.
La ambición de sus actuales dueños en aras de obtener ganancias exorbitantes, hicieron de este producto sano una especie de bomba al alterar sus propiedades originales, puesto que, ahora más que beneficios de aquel tónico que servía para curar desde una resaca hasta fuertes dolores corporales, hoy se sabe que su química destruye nuestro organismo, al grado de que los profesionales de la medicina recomiendan a sus pacientes no consumirla, aunque ya es un hábito muy arraigado entre la gente, que aun sabiendo del grave daño que causa la siguen ingiriendo, lo que significa que dicha bebida se ha convertido en una droga más, que crea adicción, al igual que otras sustancias tóxicas, como la marihuana o la cocaína.

La diferencia entre una y otras, es que unas están prohibidas por la ley, inclusive penadas, mientras que la otra se vende legalmente, bajo el argumento de que es un simple refresco, cuando la realidad es muy diferente, pero si usted no lo cree, entonces pregúntele a su médico, quien le hará saber de todo lo que se deriva de la ingesta de esta bebida que terminó adulterada, y en consecuencia, en un peligro para la salud.