Productores de tabaco piden a las autoridades que investiguen quienes compran sartas robadas

26 / Abril / 2013

Por José María Castañeda

SANTIAGO.- La robadera de sartas continua a la orden del día, y de la noche también, sin que las autoridades a quienes compete combatir estos delitos se den por enterados, dijeron productores de tabaco del ejido de Amapa, cuya identidad pidieron que se mantuviera en el anonimato a fin de acceder a la entrevista.

Los denunciantes agregan que en su poblado de residencia todo mundo ¡vaya –dijeron- hasta los niños de seis años!, saben quién compra sartas robadas. Sin embargo de manera inexplicable las autoridades, entre las que se incluye al Juez Auxilia, éstos para evitarse problemas prefieren hacerse los occisos, destacando que los días en los que mayor índice de robos en los chapiles y en las galeras se dan son cuando se aproxima alguna festividad, y es que los malandrines ocupan dinero y la mejor forma para conseguirlo es irse al campo a buscar una galera o un chapil.

Las fuentes señalan que en éste escándalo de robo de sartas se debe de incluir a las empresas tabacaleras, ya que ellos saben la cantidad de sartas y por consecuencia de kilos que produce cada hectárea. Por lo que es irrisorio que no se den cuenta cuando una persona que contrató 4 hectáreas entrega en los almacenes de recepción de la capital del estado 18 toneladas, por eso el clamor de los productores de tabaco de que haya vigilancia en los callejones y bordos no es una vacilada es una emergencia. Ya que hace apenas unos cuantos días a una viuda del ejido de Amapa, los ladrones de sartas acudieron a su galera de donde se llevaron más de 200 sartas tomando la carretera pavimentada que conduce al poblado de Patroneño número 1, y nadie hizo nada al respecto; por eso le pedimos encarecidamente al Secretario de Seguridad Pública que de vez en cuando envié a sus policías a realizar rondines, mientras que a la partida de la AEI les decimos que no anden de padrotes deteniendo jovencitas para entablar conversación, que se pongan a investigar en las comunidades donde mayormente se produce tabaco quienes son los compradores de sartas robadas, luego que todo mundo los conoce menos ellos. Señalaron los entrevistados anónimos.