EL IV PODER: *Antonio Echevarría, dueño del panismo en Nayarit

Por: Juan Fregoso

02 / Mayo / 2013

Si el actual presidente del PAN, Ramón Camberos Pérez, es reelecto para un segundo período—no por la militancia panista—sino por las huestes del echevarrismo, es casi seguro que el dicho partido se encontrará varado en el pantano de la incompetencia y de la corrupción, porque los Camberos y los Lobos Valenzuela han hecho de este instituto político una caricatura del partido que fundaron Manuel Gómez Morín, Miguel Estrada Iturbide, Jesús Guiza Acevedo, Carlos Ramírez, entre otros distinguidos políticos que lograron imprimir un sello casi místico al viejo PAN.

Esa mística contemplada el concepto de nación como unidad, la cual está por encima de clases o grupos; la persona debe tener seguridad de las libertades para cumplir su destino con dignidad; el estado debe pugnar por el bien común para que haya justicia, seguridad y defensa del interés colectivo; el orden en la nación servirá para evitar la miseria y la ignorancia; la libertad del hombre exige que el Estado no tenga ni pueda ejercer dominio sobre las conciencias, entre otros postulados por sus creadores.

Empero, con el tiempo el PAN se fue desfigurando para sólo quedar en una copia mal hecha del partido original. Y esto ocurrió cuando arribaron personajes ávidos de poder, como los ex presidentes Vicente Fox y Felipe Calderón, los cuales hicieron pedazos el espíritu que infundieron en el sus hacedores; el PAN terminó siendo un partido elitista y, lo peor, un organismo político que saqueó y ensangrentó al país cuando llegó al poder, no por méritos propios, sino por una concesión arreglada por el ex presidente priísta Ernesto Zedillo, si no hubiera sido así, difícilmente el albiceleste hubiera ocupado el Poder Ejecutivo por doce años, y olvidar estos antecedentes sería imperdonable.

Ahora, si hemos de circunscribirnos al espectro estatal, este nos conduce ineludiblemente a la figura de Antonio Echevarría Domínguez, quien ascendió al poder en 1999, a través de una alianza. Echevarría ganó la gubernatura por el hartazgo del pueblo, quien vio en el rico empresario una tabla de salvación, en una especie de Mesías que pondría fin a tanta corrupción, pero pronto la gente cayó en la cuenta de que se había equivocado. Toño Echevarría, lejos de ocuparse de los problemas de los nayaritas enfiló su artillería para engrandecer su fortuna, así como su séquito comparsas, pues el más beneficiado fue el entonces gobernador y los socios de sus empresas, atrás quedaron sus promesas de sacar adelante al campo, pugnar por un mejor nivel vida del pueblo nayarita, éste ya no le importaba, lo que entonces quería era fortalecer sus finanzas personales, consolidarse como un político fuerte.

Así fue que como el PAN acabó siendo propiedad de él, es decir, compró al partido como se compra cualquier mercancía en el mercado Morelos de la ciudad de Tepic. Pero el ex gobernador no solamente hizo eso, sino que compró la conciencia de los neopanistas como Ramón Camberos y muchos más que no pueden contradecir las órdenes del patrón. La prueba más fehaciente la tenemos en puerta, con la renovación de la dirigencia panista, en donde el poderoso empresario está intentando por todos los medios imponer nuevamente a Ramón Camberos, quien ha demostrado una vergonzosa sumisión a su patrón, y por supuesto, que no le queda de otra, porque no puede desobedecer a quien lo ha encumbrado en la cresta del poder y le ha matado el hambre.

Camberos Pérez se ha caracterizado por llevar una política toñista y no panista, dicho en otras palabras, su desempeño como presidente del PAN ha consistido en favorecer los intereses del Grupo Álica, aun en menoscabo de los verdaderos panistas a los cuales tiene rezagados u olvidados, salvo cuando hay elecciones se acuerda de ellos, esto quiere decir que para Ramón Camberos la militancia panista—muy flaca por cierto—sólo representa números y no personas, como las referían los fundadores de este partido, que decían que la persona debe tener seguridad de las libertades para cumplir su destino con dignidad, pero si esto fuera cierto, Toño Echevarría no tendría porque meter las manos en el proceso de renovación del CDE del PAN, esto es, dejaría que fueran los panistas y sólo ellos quienes eligieran libremente a la nueva dirigencia estatal, pero está visto que Echevarría Domínguez impondrá a Ramón Camberos, porque éste es una pieza clave para las aspiraciones de Antonio Echevarría García, que aspira a la presidencia de la capital del estado para el 20014. ¿Quién sino Camberos les garantiza la pavimentación del camino al júnior?, pues solamente Camberos, y este es el fondo del asunto en el cual sólo un incondicional de los Echevarría podrá aceitar la maquinaria para que Toñito se convierta en el sucesor de Héctor El Toro González Curiel.

Toño Echevarría quiere hacer presidente municipal a su vástago, de la misma manera que hizo senadora a Martha Elena, su ex esposa, según se comenta. Pero, Martha resultó igual o peor de mentirosa que el ex gobernador, luego entonces, porque habría de creerle a Antonio Echeverría García. El código genético pocas veces se equivoca y de esto hay millones de ejemplos en algunos descendientes de políticos que actuaron de la misma manera que ellos, incluso, los genes se trasladan por el constante convivir, como es el caso Camberos y de Rafael Valenzuela Armas, El Lobo, ambos hijos putativos de los Echevarría, vasallos de éstos.

Así pues, si Ramón Camberos continúa como presidente del CDE del PAN, se está mancillando a la democracia y los principios que dieron origen a éste. Camberos Pérez ha sido un gris dirigente que ha propiciado una fuerte desbandada de panistas, le ha hecho más mal que bien al partido, pero en contraste ha fortalecido a Toño Echevarría y Cía. Al rico empresario que siendo gobernador metió a la cárcel a periodistas y luchadores sociales, y aunque hoy se diga por sus testaferros que dejó unas arcas saneadas, la verdad es que dejó un estado maltrecho, puesto que si hubiera gobernado con justicia el PRI no habría recuperado la gubernatura, así de simple.

La reelección de Camberos sólo tiene un objetivo: Trabajar a favor de Toñito Júnior, de ahí el marcado interés de Antonio Echevarría por imponerlo como dirigente; Echevarría pretende sentar en Nayarit, una especie de dinastía vernácula, porque su ambición de poder no conoce límites, pues ya tiene de senadora a Martha Elena Gómez, ahora busca colocar a su hijo en la alcaldía tepicense, después, probablemente, él mismo busque ser nuevamente gobernador, cosa que dudo, en virtud de la nefasta huella que dejó el PAN a nivel nacional, pero se vale soñar despierto y despertarse con una terrible resaca.