Un desfile del día del trabajo mucho muy austero: Agustín Márquez

02 / Mayo / 2013

Por José María Castañeda

SANTIAGO.- Hoy como cada año la CTM realizó su desfile del día Primero de Mayo; sin la fastuosidad ni el conglomerado de los años 80s, donde apoyado por las cuotas que aportaban los miles de trabajadores de las plantas de hornos, el entonces líder de esta organización Alfredo Navarrete Casillas echaba la casa por la ventana.

Anteayer platicando con Agustín Márquez González, en el ejido del Tizate, manifestaba que la auténtica CTM, como ya es costumbre, iniciara su desfile del día del trabajo en el Panteón Hidalgo, mientras que la organización espuria de su compadre Esteban Ramos Galaviz, arrancara el desfile justo a la entrada de Tabamex.
El desfile será modesto sin el brillo y la espectacularidad de otros años, y haremos una parada en la plaza hidalgo como ya es costumbre para concluir el desfile en nuestro edificio de la calle Degollado. Recuerdo como si fuera ayer cuando éramos parte activa de la CTM por haber laborado por espacio de 19 años en la paraestatal Tabamex, desde que ésta fue privatizada por el entonces presidente de la república Luís Echevarría Álvarez, y que en aquellos años con sólo ordenarlo.

Los líderes sindicales Navarrete Casillas, y Márquez González, aquí en Santiago, éste último mientras que el Tigre Navarrete -como así llamaban sus amigos al líder obrero-, le descontaban al obrero sumas que iban de los 12 pesos hasta los 20 pesos de aquellos del 77, y si se tomaba en cuenta que los obreros éramos en promedio 12 mil, sin contar al personal de confianza, que en promedio de 4 mil entraban a laborar cuando la zafra estaba a su máxima capacidad; pues nada más imagínese amable lector de cuantos miles de pesos estamos hablando, por eso mientras que la prole luego del desfile se aventaban sus botes modelo bien helados, en la planta baja bailando con aquellas guapas morenas obreras. También Navarrete, acompañado de sus compadres y sus selectos invitados que regularmente era el presidente municipal en turno, y su síndico, en la planta alta disfrutaban de un buen estofado de caguama, seguido de selectos vinos y whiskies, además de una potable y carnuda obrera o varias si el invitado as así lo pedía. También el Primero de Mayo era una fecha especial para manifestarse, y recuerdo cuando el Pupú entonces director de la Voz de Santiago, paseo unos burros atrás del desfile con leyendas en los lomos donde se apreciaba el nombre de Nicolás Carrillo Palomera, del propio Emilio M González, y de Navarrete a los que llamaba líderes charros. Hoy aquel brillo se apagó, la CTM ya no es ni el remedo de lo que fue, sin embargo sus líderes se siguen aferrando a un pasado que ya no volverá sencillamente porque así son las cosas. Dejando a Agustín Márquez pensativo con su paso ya inseguro por los años y con más arrugas en su rostro.