Truenan sutsemistas contra el regidor, Joel Quiñonez

13 / Mayo / 2013

Por: Juan Fregoso

Acaponeta, Nayarit.-Ante el valemadrismo del regidor Joel Quiñonez Rodríguez, sus propios compañeros del Sutsem, despotrican en contra de este señor, quien desde que arribó a cabildo no ha hecho nada por mejorar las condiciones ni de su demarcación ni de los trabajadores sutsemistas, aun cuando dicho concejal, pertenece a este sindicato.

Algunos trabajadores del Sutsem, los cuales pidieron el anonimato, señalan que Joel Quiñonez se pitorrea de ellos cuando le hacen de su conocimiento—lo que ellos calificaron de deplorables condiciones laborales, —en que se encuentran. Cada vez que nos acercamos a él para pedirle que nos ayude, éste nos dice qué es lo que peleamos, ya que en su opinión, el sueldo que nosotros sí ganamos con el sudor de nuestra frente, para él es más que suficiente, pero eso no es cierto, advirtieron algunos trabajadores encargados de la limpieza del pueblo.

Indicaron que hay muchas irregularidades en el contrato colectivo, y nosotros pensamos que con el apoyo de Joel—por ser de nuestro gremio—las cosas serían más fácil, ya que él antes de ser regidor era simple empleado del Registro Civil, pero creímos que a la llegada de Joel a la regiduría nos iba ayudar en resolver muchos problemas que tenemos, pero hoy estamos viendo que este señor de ser un trabajador como nosotros, se le subieron los humos a la cabeza y el cargo que hoy detenta, gracias a nuestro voto, lo ha convertido en un funcionario de piedra y déspota, porque ya se le olvidaron sus orígenes y el cargo se lo tragó.

Explican que es una lástima que su compañero haya perdido el piso con tan poco, ya que si fuera diputado como ha manifestado abiertamente, entonces sería peor; no voltearía ni a mirarnos, si así anda como pavo real, ya te podrás imaginar si llegara a ser postulado como candidato a diputado y ganara. No, hombre, sería fatal; yo creo que ni a su propia madre le hablaría, dice un trabajador, entre burlón y serio. ¡Dios nos libre!, agrega.

Argumentan que ni porque es ministro de una iglesia dizque religiosa se le ablanda el corazón; Joel sabe de las necesidades que tenemos como sindicato, pero no le interesan, a él lo que le importa ahorita es hacerse rico, como no tenía ni en que caerse muerto, pues hoy tiene la oportunidad de exprimir las exiguas finanzas públicas al percibir—que no ganar, porque el dinero se gana trabajando—por lo bajito unos 20 mil pesos quincenales, y eso nomás por ir a sentarse a la sala de cabildo y aprobar todo lo que ahí se propone, sin importarle si es para beneficio o perjuicio del municipio, por eso se le paga, comentan.

Y, bueno, rectifica el quejoso, también le han consentido que robe terrenos allá en la Lázaro Cárdenas, precisamente donde vive, pues allí se adueñó ilegalmente de los terrenos del campo de béisbol. Este terreno era propiedad de una señora, conocida como La Camelia, pero a Joel no le importó y abusando del poder que tiene en estos momentos, se lo robó descaradamente y actualmente está construyendo cuartos (casas) dizque para rentarlas y vivir holgadamente cuando termine esta administración; ya nos ha dicho que en cuanto salga de regidor pedirá que lo jubilen. Mira que a gusto, exclamaron los denunciantes.

Detallaron que Joel Quiñonez no solamente se ha dedicado a despojar de sus tierras a la gente, sino que también se ha convertido en un agiotista que presta dinero con elevados intereses, aprovechándose de la necesidad de la gente, incluso de su propia familia, pues la ambición lo ha cegado a tal punto que sólo piensa en su bienestar.

Finalmente, otro entrevistado le reprocha que no le dieron el voto para que cometiera tantos desmanes; lo elegimos para tener en él a un amigo, a un representante que velara por nuestros derechos, lamentablemente no sólo se convirtió en nuestro verdugo, sino también en un mal funcionario que no dio el ancho en sus verdaderas responsabilidades. Lástima porque pudo hacer un buen papel, pero la avaricia le ganó, y hoy podemos decir, sin temor a equivocarnos, que hasta allí llegó; el agua se la va acabando al bule, como vulgarmente se dice, y él volverá a ser el mismo pelagatos de antes, porque aunque la mona se vista seda, mona se queda, puntualizaron.