DICHO POR ROCHA

Alicia Esparza (2)
José Guadalupe Rocha Esparza

13 / Mayo / 2013

¡Hoy felicitamos a mamá en su día! Sus cuatro hijos representamos la prolongación del cuerpo y alma de ella, parte nuestra que tiene vida propia. Cada Día de la Madre comprendemos más sus claros goces, aflicciones, alegrías, dolores y profundas convicciones en busca de trascender, dejar huella como una madre que no admite flaquezas ni claudicaciones.

Ninguno de nosotros cuestiona su especial carisma y sello personal, revelado no tan sólo en el vestir, sino también en su fe ante horizontes que parecen perdidos, pues reactiva el ánimo antes de ser secuestrado por el pesimismo, llena de confianza admirable, aún valiente en decir verdades aunque resulte incompatible de momento ante propios y extraños.

Excepcional como madre, esposa solidaria hasta el final con el Sr. Rocha y mujer de la especie humana que a muchas les falta por recorrer, mucho por hacer, mucho por confrontar, tanto fuera como dentro de ellas. Nacida bajo el signo Escorpión, desafía la adversidad, alza la mano, toma el micrófono, formula la demanda, hace preguntas, exige la respuesta.

A sus casi ochenta años camina aprisa, -alto, corto y sostenido- siempre con la mirada al frente, deshaciendo diariamente barreras internas y desmantelando muros que como hijos cargamos en nuestros periplos por la vida. Además de mantener ordenado y limpio a San Uriel, procura recibir a cualquier visitante con calidad y calidez humana, más un regalo especial.

Este 10 de mayo en que le aplaudimos más fuerte a doña Licha Rocha, le brindaremos mañana nuevos vítores, pues debuta en el coro de la iglesia, otrora Autlán, en que su voz resonaba por todo el Barrio de las Montañas. En estas líneas, con bíblica reverencia, la honramos sus hijos, abrimos nuestros corazones y le reconocemos su ya biográfica existencia. ¡Salud!