REDESCUBRIENDO: Los Padres y los Hijos Berrinchudos.

Por: José Miguel Cuevas Delgadillo

21 / Mayo / 2013

Para los padres de familia, el inicio de un berrinche es realmente una aventura, ya que calmar al niño no es tarea fácil, y mucho menos lo es controlarse ellos mismos. Cuando el niño empieza a hacer berrinches, muchos padres de familia empiezan a actuar de una manera muy extraña. Pareciera que se trata de un asunto en donde no hay un adulto presente. Muchos padres no saben cómo enfrentar esto, y actúan de una forma poco adecuada. Parece curioso, pero cuando los niños empiezan a hacer berrinches, los padres hacen su propia rabieta: por un lado el niño llora y patalea; y por otro el padre grita dándole nalgadas, pareciera una competencia. Al final va a ganar el niño. Es lo que habitualmente le sucede a muchísimos padres de familia en nuestra sociedad. Pero los adultos son los que deben llevar la batuta, los que deben tener la palabra final; lamentablemente son los niños a esa edad quienes en muchas ocasiones terminan haciendo lo que ellos mismos desean. Es importante que los padres de familia reflexionen y recapaciten en la forma en que han estado actuando con sus hijos.

Es cierto que no hay una escuela para padres, y que cuando llegamos a ser padres no estamos preparados para serlo. Eso es una verdad a medias. Es cierto que no tenemos la experiencia propia, es decir, no hemos vivido la paternidad o la maternidad, hasta que realmente tenemos a nuestros propios hijos, pero hay otras personas que ya han vivido eso y nos pueden orientar. Un buen consejo en cuanto a la educación de los hijos no debe menospreciarse, no debe retenerse, es necesario y urgente, en lo posible, ponerse en práctica. La educación de cualquier niño en el mundo, necesariamente implica dos áreas muy importantes: amor, expresado en afecto y cariño; y un carácter firme en los padres, que implica una disciplina que ayude a los niños a respetar límites. Esta mezcla es indispensable para la formación del carácter de nuestros hijos, si le añadimos protección y firmeza dicha combinación será una forma eficaz de acompañar a nuestros hijos en su educación y auto control de sus pasiones y sentimientos. Dar amor sin disciplina, la consecuencia inmediata será un niño mimado y berrinchudo que va a avergonzarte en muchas ocasiones; prepárate para experimentar pena, vergüenza, dolor y aflicción.

Por otro lado, a un niño que no se le ama, que no se le abraza ni protege, sino que solamente se le está disciplinando o lo tratan como si estuviera en el ejército, crecerá como un niño amargado, alejado de los padres, resentido. Tus hijos deben ver en ti una persona respetable; pero también alguien digno de confianza, alguien en quien confiar, alguien que los ama, deben saber que tú eres quien tiene la última palabra y que eres firme en tus decisiones. Empiezan a verte no solamente como un padre amigable, sino como alguien a quien se le debe respetar. Los padres deben de ganarse el respeto de sus propios hijos, y esto es aquello en lo que fallan muchos padres de familia cuyos hijos hacen berrinches. En este sentido, no debemos despreciar la ayuda profesional que nos puede guiar con aclaraciones importantes y orientación eficaz para desempeñar cada día mejor nuestro papel de padres. Si necesitas orientación respecto a este tema y otros que involucren a tus hijos llama al Celular 311 136 89 86. Estoy para servirte. Terapeuta Familiar y Conferencista. Hasta la próxima.