Roque: un revolucionario Maestro de música

27 / Mayo / 2013

Hablar de Roque García Ramírez, requeriría más de un espacio para mencionar su trayectoria, una buena cantidad de páginas que fácilmente darían formato a un libro que enumerara sus actividades como docente de la música. Por ahora haremos solamente un resumen de su extraordinaria labor y su influencia en la cultura musical de nuestra entidad.

Empezaremos con la primera actividad que desarrolla en la ciudad de Tepic, cuando el 25 de abril de 1963, llegó a esta ciudad procedente de Guadalajara para ocupar el cargo de ORGANISTA DE LA CATEDRAL y DIRECTOR ADJUNTO DEL CORO DEL SEMINARIO, en donde instruyó a los entonces estudiantes y ahora músicos, muchos de ellos sacerdotes, en la lectura y práctica del Canto Gregoriano que en ese tiempo era la música oficial de la iglesia. En la Catedral se hizo cargo de todas las actividades musicales referentes a las fiestas litúrgicas durante 20 años, durante los cuales se dieron, tanto el funeral del entonces señor obispo, como la solemnidad de la bienvenida al nuevo encargado de la Diócesis de Tepic y pocos años después, las fiestas en honor del siguiente obispo. Fue en ese tiempo en el que fundó su primer grupo coral que estuvo actuando en la Catedral desde 1965 hasta 1983.
Cuando vinieron los cambios de la música gregoriana original a la música en el idioma de cada país, se dio la necesidad de cantar en español, con la circunstancia de que eran muy escasos los cantos apropiados y, como seguramente en todo el país los maestros de música se dieron a la tarea de componer, igualmente el profesor Roque se dedicó a crear música para su interpretación en las celebraciones litúrgicas, aunque no tan solo con el estilo de la música polifónica pues, buscando la mayor facilidad y la participación de los fieles, el profesor Roque tomó como base la mejor melodía de una de la alabanzas marianas y la adaptó a la letra de la liturgia componiendo el resto en estilo polifónico, dando lugar a lo que llamó Misa de la Virgen de Talpa, que, entre paréntesis, durante varios años fue la música que se utilizó precisamente en la Basílica de Talpa para sus solemnidades.

El tener un grupo coral implica no tan solo la organización de la gente para los ensayos y las actuaciones; lo más difícil es mantener el interés de los integrantes buscando música que los anime y los aliente a seguir formando parte del grupo. Con este fin se propusieron melodías conocidas y populares, algunas de ellas con su letra original y algunas otras con letra expresamente escrita por el profesor Roque.

Luego vamos a dar a conocer a ustedes los desempeños que tuvo en el transcurso de su carrera, por ahora queremos mencionarles que durante 6 años fue pianista en un jardín de niños en Santiago Ixcuintla, lo cual lo hacía ir y venir todos los días a aquella ciudad, para cumplir con el horario de 9 a 12. En esas idas y venidas –dice el profesor Roque- tenía que concentrarme no tan sólo en manejar mi vochito, sino en luchar contra el calor del mediodía y no parpadear en el camino.

Para lograr esto se empeñaba en pensar y tratar de dar forma a algunas letras para las canciones del coro, pero también dio lugar a escribir algunos versos que reunió en un pequeño cuaderno al que llamó simplemente RIMAS y que ocasionalmente recitaba o cantaba, en su caso, para motivar a los cantantes del coro.

Seguramente ustedes recordarán o habrán oído, de las grandes inundaciones que en aquellos tiempos provocaba el río en Santiago, y que hacían una verdadera laguna desde el poblado de Puerta Azul hasta el mar. Por razón de su trabajo, el profesor Roque vivió de cerca las dificultades para entrar a la población, pues a pesar de todo, había que estar en la escuela para ayudar en algo a preservar la integridad del edificio. En esa situación se originó una ligera canción cuyo texto ofreceos a continuación:

SOY UN NECIO
Río Santiago, que de lejos, lejos vienes inundando con tus aguas los potreros, / dile a ella, cuando pases por su pueblo que contigo me mande sus recuerdos; / que se valga de tu cauce para enviarme unos besos tiernos, cálidos y bellos, / que hagan siempre, para siempre, recordarme los que diéramos en felices días aquellos. / Más si vieras que a tus ruegos no hace aprecio y no quiere ya saber nada de mí, / no le insistas, que ya todo quede así; no le insistas, yo comprendo: Soy un necio.

Volviendo al coro, les diremos que el grupo también tenía sus preferencias y entonces, el profesor Roque, tomando la música de La Vida en Rosa escribió la letra para poder cantarla en español.

Igualmente, utilizando la conocidísima melodía Nabuco de la ópera Nabucodonosor hizo una composición con el nombre de LA RAZÓN cuyo texto es el siguiente:
En las horas tan largas de mi soledad, pienso ¿Cuán valiosa es mi existencia? ¿Es acaso perdido mi diario vivir, pues que yo no encuentro razón a mi existir? No sé cuál es mi fin ¿Quién me lo da a entender? Andaré los caminos buscando la razón de ser No es posible vivir si no existe razón. Ya no pensaré y confiaré en mi corazón Buscaré a quién darle mi amor, ¿A quién será? Yo no sé, miraré alrededor OH! Cuan ciego estaba sin ver que hay tanta gente que sufre a quien puedo ayudar; no más sentiré en mí ser la soledad Cuando se entrega el amor, todo es felicidad, hoy he descubierto al fin la razón de vivir. Existir es servir
Ahora parece oportuno dar a conocer a ustedes los lugares en donde el Profesor Roque realizó profesionalmente sus actividades. Comenzaremos diciendo que
(CONTINUARÁ EL PRÓXIMO MIÉRCOLES)