Líneas: No solamente es sentarse y ordenar

Por: José Ma. Narváez Ramírez.

13 / Junio / 2013

Claro que hablamos en sentido figurado porque un presidente municipal no llega a estar sentado nada más en el sillón de la codicia –como ha dado en llamarlo la gente- firmar papeles y extender la mano en cada quincena, echando por un tubo la mayoría de las veces las necesidades de quienes dependen de su mandato y de quienes trabajan para hacerlo cumplir –léase burócratas de base y sin ella-.

Gobernar es aplicar la ley, en el entendido de que quien tiene a su cargo esta gran responsabilidad, tiene que dar un repasón a la historia y a los ordenamientos, y entender cómo y por qué va a hacer esa aplicación, no va a ser ley de sus propios tanates y aquí se hace lo que yo diga y punto.
No señores, para eso se supone que está el cabildo, compuesto por los regidores y el síndico municipal, y estos deben de analizar y aprobar lo que en conjunto decidan por acuerdo y mayoría.

Así es que las decisiones se atribuyen al primer edil, siempre y cuando haya acuerdo, o se hayan consensuado por todos o por la mayor parte de su cuerpo o corporación.

Por ello no debemos culpar solamente al presidente municipal de los yerros o aciertos que comete en su administración, también están en la balanza los regidores y el síndico, aunque en menor grado de responsabilidad, pero como se dice coloquialmente: están en la polla.
Igualmente están en los giros de los presupuestos que vienen etiquetados para tal o cual obra, teniendo la obligación de observar la correcta aplicación de los mismos, y solamente desviarlos cuando ocurre un siniestro que signifique echar mano de los recursos para resolver problemas de gran envergadura, pongamos como ejemplo una inundación, un fenómeno meteorológico o un incendio de extraordinaria magnitud, pero nunca hacer uso de estos presupuestos para obras de dudoso proceder o aplicación, por eso salen enriquecidos inexplicablemente los presidentes municipales de nuestro país.
Y ganan buenos dineros pero en muy contadas ocasiones son reclamados por el pueblo ante las propias autoridades encargadas de la malversación de fondos, únicamente el titular de la presidencia en cuestión comparece y casi nunca recibe el castigo que merecen sus delitos.

También –diría usted- está el tesorero, el secretario y todos los que conforman el equipo de gobierno, pero la ley se inclina solamente por la cabeza y cita a ésta ante las demandas que presente el pueblo, que es a fin de cuentas el que pone el dinero que aquellos administran y es el que les paga sus abultados sueldos.
En Santiago Ixcuintla –por ejemplo- todavía se reclaman demandas por sueldos no cubiertos a regidores que in ilo témpore dizque trabajaron.

Ahora vayamos a los acuerdos de pago que se hacen por préstamos bancarios –por no ajustar el dinero para completar alguna obra- o simplemente por necesidad del presidente que aduce un sin fin de gastos para hacer una obra que es necesaria –según él- para adquirir determinadas partes o pagar servicios de reparaciones o hacer un viaje a la capital del país para atender asuntos que atañen al gobierno que representa Reúne al cabildo, expone sus argumentos y después de que éste delibera, salen las cantidades solicitadas.

Lo anterior se expone para que al final del camino, si algo sale mal y no se aplicaron los dineros según lo acordado, sean llamados a cuentas todos los que participaron, sin excepción alguna. Aunque el presidente municipal para obtener el puesto deseado previa campaña política, es el que promete grandes cosas, que muy contadas ocasiones cumple, la mayoría de ellas queda mal.
Control Señores Control Esto es lo que queremos preguntar al encargado de Fortalecimiento Municipal, al que ya tenemos varias semanas buscando en su flamante oficina de la calle Puebla de Tepic y no logramos cuando menos una fecha y hora para realizarla

311-145-18 81