El compostelense Chava Carrillo busca oportunidad en los Xolos de Tijuana

24 / Junio / 2013

Por Ángel Salas Bernáldez/ Enviado Especial

Tijuana BC.- Nos recibe, amable y sonriente como siempre, a la entrada de las regias instalaciones de Caliente, sede de la perrera más grande y brava de México. Es Salvador Castellanos Carrillo, joven talento nativo de Las Varas, en la costa del municipio de Compostela, donde lo vimos como niño siempre enfundado en la playera rojinegra del Atlas, el club de sus amores.

Quizá por eso le gustan también los colores de los Xolos, que ya saben lo que es alzar el trofeo de Campeones de la Liga MX.

Ahí está picando piedra, en la Casa Club del equipo fronterizo donde convive con otros tres jugadores nayaritas. Cristian Valadez, Aldair Espinoza y otro más a quien conocen como El Cabezón, estos tres últimos de Tepic.

Chavita, como se le conoce en Nayarit, hijo del matrimonio formado por el señor Salvador Castellanos Ramírez y la señora Lucia Carrillo, ya cumple dos semanas de duro trabajo, a triple sesión, y en estos momentos está a la espera de que se defina su futuro, que puede ser el equipo Sub 20 que entrena Diego Torres, con sede aún por decidirse.

Desde luego que el joven compostelense sabe que nada es gratis, y tendrá que demostrar sus virtudes futbolísticas y personales para convencer a una directiva de una organización exigente y que acepta hasta jugadores extranjeros en sus equipos menores. La competencia, pues, resulta mayúscula. Pero nada ha sido gratis, ha recorrido la milla para adquirir peso futbolístico. Estuvo tres años en las Fuerzas Básicas del Morelia (hasta el 2011) y de ahí se enroló una temporada en el Club Potros UAEM, filial del Toluca en la Tercera División, para posteriormente regresar a su terruño para jugar con el Deportivo Las Varas, donde sólo vio acción en partido.

Hace un año estuvo en esta frontera gracias a un amigo que le consiguió una visoría, pero cuando ya cumplía un mes de trabajo llegó una lesión -un micro desgarre - que lo obligó a rehabilitarse ahí mismo, prefiriendo regresar a Nayarit para cursar el segundo semestre de la carrera de Ingeniería Bioquímica en el Tec de Tepic, donde posteriormente solicitó baja temporal para venirse a Tijuana, aprovechando que ya Nacho Palau, Director Deportivo, lo conoce por su pasada estadía en el club.

Su rostro se alegra cuando se le dan las últimas novedades del Deportivo Las Varas, sobre todo al conocer que se quiere jugar con mayoría de talentos regionales.

Extraña su casa, su tierra, pero está decidido a echarle todos los kilos pues sabe que la edad es su principal fantasma en caso de no dar el estirón. Por eso se muestra muy atento a cumplir con el trabajo diario, y también con la estricta disciplina de la Casa Club donde viven 36 jóvenes provenientes de todas las zonas del país y también jugadores extranjeros.

Se muestra agradecido con el señor Domingo Pintado, Presidente del Deportivo Las Varas, pues le regaló su carta para que pudiera irse a Tijuana.

Y ahí lo dejamos, viviendo su sueño en un entorno impresionante, dispuesto a no dejar ir la oportunidad.

Es una organización que nació grande, y en base a ello las exigencias son mayores.