Visión Política

Por: Edmundo Virgen

25 / Junio / 2013

*Esperaban más dinero los presidentes municipales, pero deben de ponerse a trabajar

El problema relacionado con la deuda que arrastran los veinte ayuntamientos de la entidad con los miles de trabajadores sindicalizados del SUTSEM, deuda que según la lideresa de la organización Águeda Galicia Jiménez, ya alcanza los 240 millones de pesos, monto que a través de los años se ha incrementado por la irresponsabilidad en que han incurrido las diversas administraciones municipales y estatales.

Precisamente para tratar de subsanar en parte este grave problema de falta de recursos en las arcas municipales, lo que ha impedido aminorar la deuda que arrastran los ayuntamientos con los trabajadores sindicalizados, el ejecutivo estatal citó ayer lunes a la totalidad de los presidentes municipales para hacerles entrega a manera de préstamo recursos para que pudieran ir cumpliendo con la deuda que tienen con la organización sindical.
Por tal motivo es que los alcaldes, sobre todo los que se localizan a más de dos horas de camino, de madrugada agarraron carretera para estar en las oficinas de Palacio de Gobierno a las 7:00 AM creyendo que iban a recibir varios millones de pesos, pero la mayoría casi se cae de la silla cuando el mandatario les dijo que solo había 40 millones de pesos que serían repartidos entre los veinte ayuntamientos para que pudieran ofrecer un abono al SUTSEM. Por supuesto que hay ediles que consideraron esta entrega de dinero como una verdadera vacilada de parte del gobernador, una toma de pelo, ya que tal solo el ayuntamiento de TEPIC recibiría 21 millones de pesos y el resto de los 19 municipios se repartirían los 19 millones de pesos restantes, además de que en un plazo no mayor de seis meses, tales recursos les serían descontados de sus participaciones federales.

Total, que todos los presidentes municipales a excepción del de TEPIC, emprendieron el camino de regreso a sus municipios muy molestos, ya que los citaron a temprana hora en la capital nayarita disque para entregarles recursos para abonar a la deuda que tienen con el SUTSEM y resulta que les entregan una bicoca que no los saca de ningún apuro y ante esta situación argumentan que el gobierno estatal debería de proceder con mayor seriedad.
En buena parte de la deuda que tienen los ayuntamientos con la burocracia sindicalizada ha sido generada por las diversas administraciones estatales que a través de los años y por cumplir compromisos políticos, especialmente en los procesos electorales se han dedicado a conceder incrementos salariales y prestaciones económicas al SUTSEM que están fuera de las posibilidades económicas de los municipios, como los famosos incrementos al salario del 7 por ciento y 7 por ciento en prestaciones, así como los 75 días de aguinaldo que ha concedido el actual sexenio sin siquiera respetar la autonomía municipal y ni que decir de los cientos de trabajadores que en cada sexenio son basificados en el SUTSEM tan solo porque a los gobernantes les ayudaron en sus campañas políticas, esto ha pasado en todas las administraciones estatales y en la actual no será la excepción, ya que también se procederá de la misma forma engrosando la carga burocrática, y ese seguirá siendo el cuento de nunca acabar.

Lo peor de todo es que NAYARIT no sea capaz ni siquiera del producir el PIB suficiente para hacer frente a los enormes gastos que representa mantener a todo el aparato burocrático y en consecuencia el estado tiene que ser subsidiado por la federación, es por esto que esta entidad es considerada por los distintos gobiernos de la república, sobre todo los priistas, un estado parasito, que vive a expensas de lo que producen otros estados del país sobre todo de los más industrializados. Precisamente en alguna ocasión un gobernador de Guerrero se quejó ante el presidente de la república Ernesto Zedillo, porque a su estado que siempre ha generado millones de dólares anuales, especialmente por concepto de turismo, el presupuesto que recibía de la federación no era acorde con el PIB que producía y argumentaba que no era posible que el estado de Guerrero tuviera que mantener a otras entidades del país, y precisamente una de esas entidades es NAYARIT, donde la producción agrícola sigue siendo de temporal y la industria es incipiente.