EL ITACATE: Palíndromos

Por Agustín Almanza Aguilar

25 / Junio / 2013

¿Se acuerda usted de aquello que aún se llama ‘palíndroma’ (sin albur, por favor)? Lo más probable es que sí, aunque mal recordado. Pues es el tema que en este número estamos sacando de nuestro morral los bártulos y avíos. Comencemos el viaje, pues.

En primer lugar es un arte lingüístico donde se deja de lado acentos ortográficos, signos de puntuación y mayúsculas, y son palabras y frases que pueden ser leídas al revés y al derecho.

Caprichosas formas del idioma, descubiertas desde la antigüedad, griega sobre todo.

Para aprovechar el espacio, veamos algunos, con el clásico prólogo de débale arroz a la zorra el abad.

Oír a Mario
Oíd, ni yo soy indio
¿Oí lujo, Julio?
Madam, I’m adam
Severo revés
A ron sabroso sorbas, Nora
Ayala, jala ya
Elba cortó ese otro cable
Amor, Roma
A mora, aroma
¡Oí, caro Horacio!
A diario oír, Aída
Oí a sor Rosario
Oí burla al rubio
Ser o loco. o col, o res
Alba habla
Luz azul
Negra margen
Ojo rojo
Sam, Alfaro dora flamas
Daba la bacanal lana cabal, abad
Si no da Elba, hable Adonis
Oíd, sol Apolo solo palos dio
Ría Marte, se trama ir.

Terminamos este aburrido trabajo con un poema en el que cada verso es una palíndroma.

Aérea
Ella calle,
A vergel alegre va,
Amor alegre vergel aroma.
El aire heríale,
Soportaba tropos,
¿Sería sol a los aires?

Se van aves,
Se van naves,
¿Asir brisa?
¿Asir prisa?
¿Asir risa?
Acá habla la albahaca;
Odio la albahaca, sobre verbos acá habla al oído.
Soda, la soledad es seda de los alados.
La sed de sal,
La voz oval,
¿Acaso rifa zafiros acá?
¡Ay, ojalá dure, Neruda, la joya!

Finis Terrae: Ahora un piropo gachupin: ¡Bendita sea la tierra donde cayó la semilla que dio al árbol de dónde sacaron la madera con la que fabricaron la cuna que te arrulló de pequeña, preciosa!.

Bueno; ¡Allí ves, Sevilla!.