El Cerro de la Glorieta, trampa mortal para sus habitantes

27 / Junio / 2013

Por: Juan Fregoso

Acaponeta, Nayarit.-Las imágenes captadas por el IV PODER
dicen más que mil palabras, que las quejas de los habitantes del legendario Cerro de la Glorieta, lugar rodeado de fantásticas historias desde la fundación de Acaponeta, aunque no es nuestra intención en esta ocasión hacer un relato histórico, sino denunciar el desastroso estado en que se encuentra este lugar.

De acuerdo con la leyenda que ostenta el arco en su parte superior, esta obra fue construida probablemente durante el gobierno del Gral. Rogelio Flores Curiel, pues el en el arco se puede observar el nombre de la esposa de éste, América Manríquez de Flores Curiel. El mandatario fungió como gobernador de 1975-1981, justo cuando era presidente municipal, Manuel Zamorano Rodríguez, estamos hablando de hace 32 años aproximadamente. Se dice que en aquel tiempo, el Cerro de la Glorieta era punto de reunión de los acaponetenses, que se congregaban allí a celebrar algunas festividades de corte religioso y pagano, así como gente de otras partes de la República acudían a este lugar que durante mucho tiempo fue considerado como un lugar turístico, sin embargo, en los últimos tiempos fue abandonado por las autoridades municipales, por lo que hoy está convertido en un verdadera trampa para quienes viven a su alrededor.

Cerca de 200 metros de escalinata se hallan físicamente deterioradas, algunas partes, como se puede apreciar presentan cuarteaduras o fisuras que amenazan con deshacerse de un momento a otro, sobre todo en estos tiempos de lluvia, en que el agua pluvial va removiendo lenta pero inexorablemente la plancha de tierra que asciende hasta una vieja casona en donde existe una capilla, mientras que el acceso lo impide una puerta enmarcada por un arcada, allí donde está inscrito el nombre de la ex primera dama, América Manríquez. Esta parte, es lo único que se ve más o menos en buen estado, porque el sendero para llegar a la cúspide exhibe profundas y peligrosas grietas como si este lugar hubiese sido bombardeado por las fuerzas terroristas de Osama Bin Laden o por los etarras.

Los vecinos dijeron que desde hace tiempo han vendo solicitando la intervención de las autoridades municipales, pero sus justos reclamos ante el temor de los daños que pudiera ocasionar el desgajamiento de la escalinata no han tenido eco, sus voces han perdido en el desierto del oficialismo insensible. Explican que lo mismo le han pedido a gobernantes cuando andan en campaña que cuando ya son autoridades legalmente constituidas, cuando son candidatos les han prometido resolver este problema, pero ya convertidos en gobierno se olvidan de todo, subrayan.

En el presente trienio han acudido varias veces al Ayuntamiento solicitando sean demolidas las gradas y que en su lugar se eche empedrado, como estaba antes, según dicen, porque el empedrado les da más seguridad a sus viviendas, ya que en las condiciones actuales en que se encuentra existe el riesgo de que las bardas que conforman la escalera se derrumben y causen serios daños a las casas, incluso hasta la pérdida de vidas humanas, porque este zona está habitada por cientos de familias, que podrían sufrir las consecuencias de un inminente desmoronamiento.

Algunos colonos comentaron que el presidente municipal, Efraín Arellano Núñez, tiene pleno conocimiento de esta problemática, porque incluso, dijeron que el propio alcalde ya visitó este sitio y les prometió dar una pronta solución, sin embargo, es hora de que las autoridades municipales no han hecho nada por remediar esta situación, aun cuando el mismo presidente se dio cuenta del riesgo que representa el Cerro de la Glorieta, por las condiciones geográficas en que éste se halla. Por ello, todo el vecindario exige a las autoridades que solucione lo más pronto posible este problema, antes de que suceda una lamentable desgracia; inclusive, los habitantes se ofrecieron a poner la mano de obra, para que el gobierno sólo ponga los recursos necesarios, para que el gobierno no nos siga poniendo peros, en la resolución de este problema que constituye una amenaza para la integridad física y patrimonial de todo los que aquí vivimos, concluyeron.