REDESCUBRIENDO: El Síndrome del Domingo por la Tarde.

Por: José Miguel Cuevas Delgadillo

02 / Julio / 2013

El síndrome del domingo por la tarde como diagnóstico es relativamente nuevo. Data de los años 90´s hasta nuestros días. Fue detectado como resultado de varias encuestas que buscaban percibir el nivel de satisfacción por la vida en general y por el trabajo en particular. El contexto social en crisis que vivimos en la actualidad ha generado diferentes actitudes y percepciones sobre cómo enfrentar los problemas de nuestra existencia. En este sentido, los sentimientos más experimentados en el ser humano en los últimos tiempos son: la soledad, el vacío, la inquietud, la falta de paz mental y la insatisfacción por el trabajo. Al respecto, el escritor George M. Adams escribió: El que no encuentra diversión en todo lo que hace; necesita reorganizar su vida lo antes posible, pues el gozo de lo que hacemos en la vida, es la base de la felicidad, la eficiencia y el éxito. Y es que la pérdida de sentido por la vida ha generado en este siglo la tragedia de menospreciar el esfuerzo y la lucha por salir adelante. Pero no sólo genera insatisfacción por la existencia de una manera inofensiva, puede, en muchos casos, derivar en una patología que motiva el suicidio. Acción que en las últimas semanas hemos experimentado en nuestro estado con un incremento significativo sin que las autoridades de salud busquen prevenirlo antes que se convierta en un problema de salud pública. El asunto puede ser sencillo a simple vista, sin embargo requiere de una minuciosa auto evaluación personal y la perspectiva de un profesional de la salud mental o conductual para poder identificarlo con claridad. La visión del mundo y las metas que tengamos a corto mediano y largo plazo pueden ser muy útiles para evitar estados de ánimo negativos. La visión, no sólo es importante cuando se trata de construir un futuro rico y alentador; también es indispensable en las peores condiciones. Esa lección no la dio el Doctor Víctor Frank, un psiquiatra judío que fue capturado por los nazis durante la segunda guerra mundial y trasladado Auschwitz, junto con su esposa, ella fue asesinada en los hornos. Ante la tentación del suicidio o de abandonarse a morir en el campo de concentración, Frank decidió fijarse tres metas: sobrevivir, ayudar como médico a los prisioneros que le fuera posible y tratar de aprender cuanto pudiera acerca de los campos de concentración. El Psiquiatra encontró sentido en una situación difícil y le dio un nuevo significado a su vida en medio de las dificultades.

Las Dificultades se deben observar como una «Oportunidad». De todas las dificultades podemos esperar una nueva oportunidad de aprender algo en nuestra vida. Ante esta complejidad de interpretaciones de la vida y la actitud de enfrentarla, aparece el síndrome del domingo por la tarde. Aunque la insatisfacción puede derivar en asuntos perturbadores para una persona, como ya lo expliqué anteriormente, todo inicia con la pérdida de trascendencia en nuestro trabajo y las actividades que realizamos cotidianamente. En su libro: Liderazgo: el síndrome del domingo por la tarde, Juan Mateo y Jorge Valdano establecen: Se da en muchas personas que, abandonadas ante cualquier entretenimiento, son invadidas por una dramática sensación: ´qué horror, mañana es lunes hay que volver al trabajo´. Esta sensación ocurre solamente después de la 4 de la tarde del domingo: la persona inicia proyectando negatividad sobre su inicio de semana, particularmente el día lunes. La simple idea de pensar en iniciar la rutina (así, con toda la carga peyorativa del término) desvanece y debilita a la persona, y por ende es presa de horrible sensación antes citada. A continuación cito tres preguntas de un TEST para identificar si padecemos el síndrome del domingo por la tarde. Si tu respuesta es SÍ a las tres preguntas, definitivamente padeces el síndrome. 1. ¿Existe una sensación de insatisfacción cuando vuelves a tu trabajo (o a la escuela) el lunes? SÍ. NO. 2. ¿Te alegras y existe una sensación de satisfacción cuando llega el vienes? SÍ. NO. 3. ¿Existe una sensación de rutina o de hastío cuando llega el domingo por la tarde? SÍ. NO. Hasta la próxima. Conferencista y Terapeuta Familiar. Consultas Cel. 311 136 89 86. Este artículo está disponible en Conferencia.