Continúa limpieza en Xalisco y aumenta estrés de afectados

10 / Julio / 2013

Por Oscar Verdín Camacho

Entre las personas afectadas por el desbordamiento del arroyo El Indio, en Xalisco, se nota el agotamiento con el paso de los días. El que las góndolas sigan ahí, la maquinaria pesada, el lodo sin fin.

He llorado mucho, indica este martes Evelia Castañeda, maestra del jardín de niños Nunuchi del INFONAVIT Los Fresnos en Tepic, mientras una cuadrilla de hombres voluntarios, provenientes de Compostela, sacan y sacan lodo del patio de su casa.
Le anima, al menos, que su familia se encuentre bien.
Sorprende la falta de agua o refrescos para quienes trabajan duro y sudan sin parar.
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Las brigadas con personal médico siguen recorriendo el lugar. Hombres que fumigan en la zona. Otros que entregan sustancias para colocarse en pilas y más recipientes con agua a fin de evitar contaminación, enfermedades.
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Y me encuentro con el joven Jairo Armando Evangelista Rodríguez, quien junto a su hermano Ángel fueron unos de los tantos rescatistas, se indicó ayer en estas páginas.
Jairo mide por arriba de 1.80 metros.
Recuerda que cuando vio el agua en la calle Veracruz corrió a la casa de enfrente, ubicada a un nivel más bajo, y pudo sacar en brazos al anciano Luis Cárdenas, de 92 años.

Cuando salí a la calle con el señor el agua me llegaba al pecho. Mi hermano Ángel rescató a un niño. Los subimos a la planta alta de nuestra casa pero ya no pude salir por la escalera y brinqué por el balcón. Regresé a la casa de enfrente a sacar a dos señoras y con una escalera subimos a la azotea; de ahí, otro vecino me pidió ayuda para sacar a su mamá, el agua le llegaba al cuello y también la subimos a la azotea. Yo tenía miedo de que nos cayeran los cables de la luz. Ahí nos quedamos hasta que bajó el nivel del agua.