El alcalde pretende cometer el mismo error que cometió Totin Santana, construir en propiedades privadas

17 / Julio / 2013

Por José María Castañeda

SANTIAGO.- Luego que se diera a conocer la intención de alcalde de construir lo que sería el Mercado del Mar junto con un estacionamiento paralelo en terrenos federales, cuya concesión pertenece a Albino Quezada, personaje ampliamente conocido como El Candil, personas de esta ciudad se han pronunciado porque no se construya en ese lugar ya que conociendo la voracidad del marisquero no se duda que este se adueñe del Mercado del Mar y del estacionamiento.

La experiencia sucedida en la comunidad del Papalote, donde el constructor Héctor Santana, ampliamente conocido como El Totín Santana, levantó un motel de paso llamado Estefanía en un predio que no era de su propiedad. Es decir en el caso del Totín Santana, éste adquirió un solar de 20 metros de frente por 40 de fondo, a pocos metros del crucero del Papalote, sin embargo El Totín al ver que el predio que adquirió se encontraba en un zanjón que año con año se inundaba en tiempos de lluvias, este comenzó a rellenar el predio, pero como vio que a un lado de su propiedad estaba otra en iguales condiciones que nadie reclamaba este la rellenó también y comenzó a construir el mencionado motel, con tan mala suerte que cuando terminó de construirlo apareció la dueña, una abogada que vivía en la Unión Americana y que al ver la construcción terminada le metió pleito presentando escrituras por lo que finalmente el Juez le dio el gane en los tribunales. Y ahora que El Totín quiere recuperar su inversión. La abogada le dice que le vende, pero que le dé un millón de pesos.

Imagine usted, amable lector, un millón de pesos de un solar baldío enmontado que en temporal de lluvias se convertía en una laguna; y que luego con 7 cuartos con sus respectivos aires acondicionados, camas, tv, etc., de tener un valor como solar de menos de 70 mil pesos de la noche a la mañana su precio llega al millón de pesos
Eso mismo le puede pasar al Ayuntamiento de construir el Mercado del Mar y un estacionamiento alterno en un terreno federal que anteriormente perteneció a Manuel Coronel, y que este le vendió en al parecer 100 mil pesos la concesión a Albino Quezada, de quien no duda que actuara en igualdad de circunstancias que la abogada de Villa Hidalgo radicada en la Unión Americana, que con papel en mano reclama una propiedad que no construyo y por la cual pide ahora un millón de pesos.
Así las cosas con Pavel, quien pretende construir un mercado y un estacionamiento en propiedad privada. Dijera nuestro bien recordado amigo ‘Kriti y Kandos’: Hay Señor de la Ascensión, ilumínalo, pero no me lo encandiles