EL IV PODER: Si el PRI no logra la unidad, podría repetirse el 2008

Por: Juan Fregoso

25 / Julio / 2013

Las próximas elecciones dibujan un escenario parecido al de hace cinco años, en que cuatro municipios de la zona norte cayeron en poder en manos de la oposición, justamente por las discordias que se dieron al interior del PRI. Aquella lucha intestina fue decisiva para allanarle el camino principalmente al PRD, el cual, supo aprovechar el descontento entre los priístas que en ese entonces no lograron ponerse de acuerdo en la selección de sus candidatos, y el resultado fue una aplastante derrota.

Pero no solamente las desavenencias de un ala del priísmo propició la debacle, evidentemente intervinieron otros factores entre los destaca Guadalupe Acosta Naranjo, quien valiéndose del cargo que ostentaba negoció con el ex presidente, Felipe Calderón, una serie de canonjías, aparte de las presidencias. Naranjo supo sacarle jugo a su relación con un presidente que lo único que le interesaba era conservar el poder, no el bienestar del país, al cual dejó ensangrentado con el sobado pretexto de combatir la delincuencia organizada, pero al final, perdió esa guerra absurda.

Así, conociendo las debilidades del entonces presidente, Guadalupe Acosta Naranjo transó con él los cuatro municipios norteños. Siempre he sostenido la tesis de que en 2008 no ganó realmente la pseudoizquierda, representada en este caso por el PRD, sino que ganó el otro PRI, el PRI de los inconformes, de los dolidos, de aquellos que peleaban por una elección interna democrática, pero ante la cerrazón de la cúpula priísta decidieron propinar un golpe de castigo, aunque ese castigo no haya sido únicamente para los jerarcas priístas, sino para todo el municipio de Acaponeta.
Hoy, nuevamente se puede sentir el mismo clima de inconformidad, sobre todo, porque el CDM del PRI al parecer está acéfalo. Ciertamente tiene como presidenta a Carolina Pérez, pero la dama no tiene las suficientes tablas para dirigir al tricolor, se puede decir que le falta carácter para llevar las riendas del partido; entre algunos militantes se ha corrido la especie de que por falta de visión, de una mano firme, muchos priístas subrepticiamente se están yendo hacia otros lados, otros simplemente, han manifestado que cuando lleguen los tiempos votarán por el mono, no por las siglas, pero como quiera que sea, esta situación implica un riesgo, el riesgo de volver a delegar el poder a otro partido, ya sea azul o amarillo.

Y a como se perciben las cosas el municipio puede vestirse de nueva cuenta de amarillo, porque no hay que olvidar que hace poco, el gobernador del estado se reunió con Guadalupe Acosta Naranjo, con el argumento de unir esfuerzos en bien de los nayaritas. En ese encuentro, el titular del Poder Ejecutivo expresó su beneplácito por el cargo que ostenta el perredista como presidente de la Cámara de Diputados Federal.

Roberto Sandoval dijo que esta circunstancia beneficiaría a Nayarit, ya que el estado ocupa de la federación al cien por ciento; por eso nuestra alianza por Nayarit, nuestra unión para servirle a la gente, es muy gratificante y muy bien vista por la sociedad, confió el mandatario. Entre otras cosas, ensalzó a Naranjo al decir que gracias a él se logró—en 2012—el presupuesto más grande de la historia.
Mientras que Naranjo halagado por estas palabras comentó que es momento de colaborar y no de partidizar; por eso, ahora que tengo la oportunidad, primero como diputado federal y ahora que tengo la responsabilidad de estar al frente del Congreso, manifestarle al gobernador que tiene todo nuestro apoyo, nuestro respaldo; que sabemos que lo que venga va a mejorar a Nayarit, viene en beneficio de la sociedad, que eso no tiene colores, ni distingos partidarios, y por esa razón quise expresar de manera permanente y clara, como lo hemos hecho ya en otras ocasiones, pero ahora ante la sociedad, que vamos a colaborar, que vamos a apoyar en todo lo que podamos.

El asunto es que Naranjo nunca dijo—ni lo dirá—el costo que tendrá esa colaboración, entre el gobierno de la gente y su partido. Pero no es difícil descifrar lo que esconde el perredista, simple y llanamente, buscará repetir la historia de 2008, es decir, transar algunas posiciones políticas, donde quedan incluidas, por supuesto, algunas presidencias municipales, y todo ello, a cambio de recibir también unos cuantos millones de pesos que engrosaran su chequera, pues Naranjo es un político marrullero que ha traicionado muchas veces al pueblo de Nayarit, por lo tanto, una mancha más al tigre que más da.

Así pues, este es el escenario que se perfila para 2014, una concertacesión en la cual el verdadero ganador sería Guadalupe Acosta Naranjo y sus corifeos, que ya se truenan los dedos por agandallarse un cargo de supuesta elección popular, porque en realidad ya todo estaría finamente arreglado cupularmente, la voluntad del pueblo o de los electores saldrá sobrando, a menos que las demás organizaciones políticas se tomen la molestia de concientizar a la ciudadanía para que ésta no vuelva a caer en el engaño.