Con visión ciudadana: Lamentable fallecimiento del almirante

Enrique Vázquez Coronel

30 / Julio / 2013

Los hechos violentos que se han suscitado en el vecino estado de Michoacán sin duda han dejado una huella profunda tanto en la sociedad como en la autoridad civil y militar, puesto que además de la proyección internacional que han adquirido los eventos la frustración ante los repetidos ataques contra autoridades dan una señal de debilidad que no se puede permitir el Gobierno Federal, pues mucho trabajo ha costado a las autoridades recobrar la confianza de los extranjeros en nuestro país, por aquello de las implicaciones económicas profundas que genera la desconfianza en las autoridades.

El lamentable fallecimiento del Vicealmirante, Carlos Miguel Salazar Ramonet, comandante de la Octava Zona Naval con sede en Puerto Vallarta, Jalisco, ha sido un duro golpe para la sociedad pero principalmente para las fuerzas armadas, puesto que al igual que cada uno de los elementos de las fuerzas castrenses que fallecen en cumplimiento de su deber, los fallecimientos generan un profundo sentimiento de pena entre sus compañeros y en la sociedad más aun cuando el deceso es causado por acciones cobardes como las registradas en los caminos de Michoacán, pues una emboscada a un vehículo oficial sin mayor protección, que por si fuera poco transportaba a una civil, demuestra la insensibilidad y crudeza de los delincuentes.
Pese a la pronta captura de los probables responsables por las autoridades, el solo hecho que se haya dado un atentado contra una autoridad de tan alto rango genera un precedente peligroso y aunque estas acciones pudieran ser fruto de un debilitamiento en los carteles y por lo tanto muestras de frustración y desaliento de los criminales, lo cierto es que el daño está hecho y no parecen tener intención de detenerse en el futuro próximo, sea que este hecho desencadené una acción todavía más contundente de parte de las autoridades para inhibir la actividad criminal o que todo se siga manejando con el bajo perfil que hasta hoy se ha dado, empieza a notarse la llegada de un punto crítico en la burbuja de seguridad que se ha creado, pues los hechos violentos han continuado simplemente no se habían resaltado como se hacía antes.

Aquí en Nayarit parecen ajenos estos hechos, los vemos como algo tan histórico dada la tranquilidad que disfrutamos pero no olvidemos que no hace mucho tiempo sucesos con el nivel de violencia como el ocurrido en Michoacán eran el pan nuestro de cada en nuestro territorio, salir a la calle era un deporte extremo, no resta sino solidarizarnos con nuestros hermanos de Michoacán y ofrecer un sentido pésame por la familia del vicealmirante y sus subordinados, puesto que él era una persona admirable de gran profesionalismo y de calidez humana, una baja importante para las fuerzas armadas sin lugar a dudas.