Doroteo, enfermo y una historia de pobreza

07 / Agosto / 2013

Por Oscar Verdín Camacho


Hace unas semanas, Doroteo Pérez Rodríguez, de 30 años, regresó a su domicilio en Las Varas, municipio de Compostela, con las mismas monedas con que llegó a Tepic por la mañana para una sesión de hemodiálisis en el hospital 1 del Seguro Social.

Sólo gastó 10 pesos por los dos camiones de minibús que tomó en Tepic. Lo demás, le dijo a su esposa Rosa Casillas Torres que ese día no pudo acompañarlo, prefería dejarlo para lo que se ocupara en casa, donde viven con sus tres hijos de 12, 10 y nueve años.

Los integrantes de la citada familia seguramente se encuentran entre los 553 mil 500 habitantes de Nayarit que viven en pobreza, de acuerdo con el estudio que la semana pasada divulgó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) referente al año 2012, aunque dos años antes el número era de 461 mil 200 personas.


Rosa Casillas indica que cuando su estado de salud se lo permite, Doro -como llama a su esposo- y ella salen a juntar pedazos de fierro, cobre y botes de aluminio –sobre todo después de algún baile- para ganarse unos pesos. O ella hace limpieza de uñas y ayuda en quehaceres domésticos.

Dice que gracias a la ayuda de familiares, como su papá y su abuelo, es que han podido enfrentar la difícil situación, pero le preocupa el futuro de sus hijos, el mayor de los cuales ya ingresará a secundaria. Yo no quiero que dejen de estudiar.

El padecimiento de Doroteo inició en el año 2001 en Carolina del Norte, Estados Unidos, donde sufrió una descarga eléctrica en su trabajo. Nunca fue indemnizado y, peor aún, años después él y su esposa fueron deportados tras de que en la zona donde vivían a unos conocidos se les encontró droga. En mayo del 2006 regresaron a Las Varas, él ya enfermo.


Casillas Torres habla con este reportero en un pasillo del Seguro Social, mientras su esposo recibe el tratamiento de hemodiálisis que dura varias horas. Así es tres veces por semana. Hay que venirse temprano de Las Varas y regresar por la tarde.

Rosa aclara que su familia no cuenta con Seguro Social, pero en el caso de su marido lo pagan anualmente. El IMSS también cubre el gasto de traslado en autobús.


Expresa algunas frases que calan, como el hecho de que no pocas veces ha sido humillada cuando ha pedido ayuda para sobrevivir y la tachan de enfadosa.

Una bolita de algodón en el oído derecho es indicativa de que hace unas semanas se le metió un pequeño animal mientras dormía. Sin acceso a servicios médicos, esperó que saliera por sí solo hasta que, con un fuerte dolor, finalmente un médico lo sustrajo. El animal ya estaba muerto y las molestias siguen. Este martes fue al Hospital General y no se le atendió porque le dijeron que requería un pase médico desde Las Varas.

Rosa añade que actualmente recibe 200 pesos mensuales de apoyo en productos básicos por el Gobierno del Estado, así como algo más de mandado que se ofrece a través de la Iglesia Católica.

Pero mención aparte merecen la señora Rosita –dueña de un restaurante del mismo nombre en Las Varas- y su hija Mara.

Rosa Casillas cuenta que no conocían a esta mujer pero hace unos años se la encontraron y les dijo: a ustedes los quería ver, vayan mañana al restaurante.

Casillas recuerda la anécdota: nos dio carne, pollo, leche, fruta, verdura. A mis hijos les dio galletas. Su hija Mara tiene una tienda de abarrotes. Le dijeron a Doro que puede ir a comer al restaurante los días que quiera. Son gente muy buena. Nos siguen ayudando.

Hace unas semanas el gobernador Roberto Sandoval estuvo en Las Varas y conoció a Doroteo y a Rosa, la cual asegura que el titular del Poder Ejecutivo se comprometió a que el gobierno los apoyará con una casa.

*

Según el estudio del CONEVAL, al año 2012 el porcentaje de habitantes en pobreza en Nayarit alcanzó el 45.5; es decir, prácticamente la mitad.


Lo explicó así:

La medición de la pobreza incluye las siguientes dimensiones: ingreso corriente per cápita, rezago educativo, acceso a los servicios de salud, acceso a la seguridad social, calidad y espacios de la vivienda, acceso a los servicios básicos en la vivienda, acceso a la alimentación y grado de cohesión social.

El CONEVAL añadió que en cuanto a pobreza extrema, el número era de 138 mil 700 habitantes.

Son, indicó, las personas que tienen tres o más carencias sociales y perciben un ingreso inferior a la canasta alimentaria básica.

Al dejar a Rosa esperando a su marido en el Seguro Social, una pregunta es dónde colocar a esta familia: en pobreza o pobreza extrema