Con visión ciudadana: Valorizando a los indígenas en el mundo

Enrique Vázquez Coronel

12 / Agosto / 2013

cLas raíces de nuestro país las podemos encontrar todas y cada una de las culturas indígenas que aun hoy a duras penas subsisten en nuestro territorio, más aun nosotros como nayaritas debiéramos de enaltecer el legado cultural que nuestros ancestros nos brindan, pues para nadie es extraño el hecho que las leyendas mexicas cuentan que fue de la misma isla de Mexcaltitán desde donde nuestros antepasados iniciaron su largo viaje hasta fundar la majestuosa ciudad de Tenochtitlán. Desgraciadamente debido al ritmo de vida moderno y las distracciones cotidianas, olvidamos todas nuestras raíces, las películas americanas nos han alienado de nuestra propia identidad y cada que los ciudadanos vemos un indígena lo vemos como un ser extraño, ajeno a nuestra civilización en lugar de observar en el rostro de nuestro pasado.

A pesar de lo anterior, existen grandes movimientos sociales que buscan revalorizar el lugar de los indígenas en nuestra sociedad, de darles un muy merecido respeto, inclusive este llamado de atención tiene que venir desde fuera, tuvo que llegar la Asamblea General de Naciones Unidas a recordarnos la importancia de nuestras raíces con lo que fue el primer Decenio Internacional de los Pueblos del Mundo que transcurrió desde 1995 hasta 2004, considerando que no se logró a cabalidad el objetivo principal, se renovó esta iniciativa para el decenio de 2005 a 2014 de donde precisamente se gestó también la iniciativa del festejo del Día internacional del Indígena, con el único propósito de fortalecer en todas y cada una de las naciones del globo el papel y lugar de los indígenas como pasado, presente y futuro de las naciones.

En nuestro país existen poco más de 11.1 millones de indígenas de acuerdo a las cifras más recientes del INEGI y del CONEVAL, cifra que pudiera ser incluso inferior a la realidad, dada la dificultad de aplicar un censo en las comunidades indígenas del país, de este universo de personas indígenas se calcula que 7 de cada 10 se encuentran en condición de pobreza y uno de cada 10 en pobreza extrema, una cifra preocupante pero que ya se encuentra en proceso de revertirse.

Por ejemplo, probablemente mientras usted estimado lector da vida a estas líneas, en el bello puerto de San Blas, Nayarit, se lleva a cabo la entrega del título de propiedad del lugar sagrado de Tatéi Haramara, logro conseguido entre otros motivos por el accionar del Gobernador de la Gente, al evento asistirán varios funcionarios federales de primer nivel, de la talla de la Secretaria de Desarrollo Social, María del Rosario Robles Berlanga, el Secretario de al SEDATU, Jorge Carlos Ramírez Marín y la Directora General de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, Nuvia Mayorga Delgado, en el evento además de hacer justicia a la comunidad Wixarika seguramente se obtendrá algún otro beneficio a raíz de las gestiones del Gobernador Roberto Sandoval.
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Es un precedente que a veces pasa desapercibido pero es un privilegio que la entidad se ha ganado a pulso, como eventos de gran calado nacional son enmarcados por nuestra bella geografía, ya lo decía muy atinadamente el Gobernador de la Gente Roberto Sandoval Castañeda, durante el inicio de su gestión era necesario ir a tocar puertas para buscar algún apoyo para la entidad, pero en fechas recientes gracias al sobresaliente trabajo de gestión del ejecutivo estatal, cada vez más eventos y apoyos llegan a nuestras tierras, difícilmente podríamos catalogarlo como una coincidencia diría yo.

Pero en fin, dejando de lado el gran trabajo del Gobernador Sandoval que dicho sea de paso ha hecho un hincapié especial en la atención de las comunidades indígenas del estado, es importante que nosotros como ciudadanos de una colectividad que pierde su identidad y sus valores, consideremos la verdadera importancia de nuestras raíces y de los testimonios andantes de esta, los indígenas, desde las naciones unidas ya nos han marcado la pauta, este año se debe subrayar la importancia de los tratados entre los estados, sus ciudadanos y los pueblos indígenas si bien no debiera existir la distinción entre ciudadanos e indígenas pues todos somos parte de esta gran nación, no menos cierto es que de facto esta sucede, pero a fin de cuentas el objetivo debe prevalecer y este no es otro que la defensa de sus derechos y sus tierras, procurando establecer un sano marco de convivencia y de relaciones económicas.

Por lo pronto no resta sino prestar atención al evento que citaban en líneas previas pues grandes cosas se avecinan para el estado pero en especial para las etnias indígenas en la entidad, que dicho sea de paso se encuentran representadas una buena parte de las más de 90 comunidades en el país.