Siguen sin identificar osamentas halladas en julio

14 / Agosto / 2013

Por Oscar Verdín Camacho

A más de tres semanas del hallazgo de cinco osamentas, localizadas cerca del poblado El Limón, por la carretera a San Blas, continúan en el Servicio Médico Forense (SEMEFO) sin ser identificadas.

Se trata de los cuerpos de cuatro hombres y una mujer que, se deduce, fueron ejecutados hace unos dos años, una época en que las matanzas ocurrían prácticamente todos los días.

Pero más allá de que los cadáveres aún no sean sepultados, el caso muestra una situación social –podría apuntarse- puesto que poca gente se ha presentado al SEMEFO para indagar si se trata de algún familiar desaparecido.

Según se conoce, después del 21 de julio en que se localizaron las osamentas, algunas amordazadas, sólo una familia mostró interés para conocer si alguna de ellas correspondía a un familiar, pero ya no volvieron.

Tal pareciera que mucha gente con familiares desaparecidos se hicieron a la idea de no encontrarlos vivos o muertos.

Una joven mujer cuyo papá desapareció en el año 2011 contó recientemente a este reportero que el impacto en su familia fue tal que todos empezaron a enfermar ante la incertidumbre.

Mucho tiempo casi diario íbamos a la Procuraduría –ahora Fiscalía- mis hermanos y yo; si sabía de algún cuerpo que encontraban creía que era mi papá.

Su mamá, dice, se estaba enfermando de los nervios. Hasta que se hicieron a la idea de que no lo encontrarán nunca.

Ahora, si sabemos de algún cuerpo tratamos de no hablar mucho de eso. A mi mamá ni le comentamos.

El apunte parece haber sido adoptado por otras familias puesto que, efectivamente, en el caso de los cinco cadáveres, muy pocos se han interesado en conocer su identidad.