Rompe el silencio Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano

26 / Agosto / 2013

Por Miguel García

Cuauhtémoc Cárdenas hizo pedazos la reforma energética de Enrique Peña Nieto y le puso una piedrota al Pacto por México. El emblemático ingeniero —79 años, pero muy entero— estimó que dígase lo que se diga es una propuesta privatizadora y antipatriótica, plagada de cuentas alegres que, según él, no tienen sustento.
No convocó a salir a la calle para echar abajo la reforma del gobierno, como algunos visiblemente esperaban. Sobra decir que no comparte la estrategia de Andrés Manuel López Obrador. Su prop uesta va más allá del no a todo del tabasqueño. Es más inteligente y menos riesgosa para el país.

El ingeniero, quien no ocultó su molestia por el uso que se ha dado a la figura de su padre en la promoción de la iniciativa del Ejecutivo, propone una consulta popular, simultánea a las elecciones de 2015, sobre las reformas a los artículos 27 y 28 de la Constitución.
Pero el gobierno federal, que quiere estas reformas, ya dijo a través de Miguel Osorio que una consulta de esa naturaleza no tiene sustento legal.

El ingeniero hizo su propuesta bajo el supuesto de que ya para entonces, dentro de 22 meses, el artículo 35 de la Constitución tendrá su ley reglamentaria y que ese ejercicio de participación ciudadana será vinculatorio.
¿O el partido en el gobierno votará en contra de legalizar el referéndum, el plebiscito y la consulta popular?
■Hay que dar por hecho que Cárdenas deja su tarea de encargado de Asuntos Internacionales de la Ciudad de México. Me lanzo de lleno a preparar esta campaña, dijo, al presentar la iniciativa de reforma energética del PRD.

Junto a la tumba de su padre, en el Monumento a la Revolución, anunció que de aquí al primer domingo de julio de 2015 va a dedicarse por completo a recabar el millón 630 mil firmas que se requieren para realizar la consulta.
La propuesta pone al gobierno federal en un auténtico brete. Un ejercicio de esa naturaleza daría al traste con los planes de jalar inversión privada que espera atraer con la reforma energética.
El emblemático ingeniero, por lo demás, logró el respaldo de todo el espectro del PRD. Allí estaban chuchos, bejaranos, marcelos, los de ADN y demás tribus amarillas.

■Otro que deja el gobierno de Mancera es Carlos Navarrete. Nos adelanta que va a renunciar a la Secretaría del Trabajo para dedicarse de lleno a ayudar al ingeniero. Tenemos propuesta, causa y liderazgo. A sus casi 80 años se lanza a esta tarea. Ha sido un gran día para México, celebró el hombre.

■Marcelo Ebrard no va a ir al acto que Andrés Manuel convocó para el 8 de septiembre en la plaza de la Constitución, contra la reforma de Peña. Cárdenas propone una consulta. ¿Para qué ir al Zócalo?, repuso el ex jefe de Gobierno cuando le preguntamos si acompañaría al tabasqueño.
Un sutil deslinde del hombre que se le atravesó en su camino hacia la candidatura presidencial de la izquierda en 2012.

El ex jefe de Gobierno del DF no tuvo empacho en manifestar que la propuesta de Cuauhtémoc es un triunfo de la línea plebiscitaria sobre el de la consulta interna que propone la dirección nacional del PRD.
Junto a Marcelo se encontraba la diputada Malú Mícher, quien jura que en una reunión del PRD planteó la realización de una consulta en 2015, como la que propuso el ingeniero, pero Jesús Zambrano me dijo que era una barbaridad.

El presidente nacional del PRD aplaudió ayer la iniciativa de Cuauhtémoc y levantó su mano con la V de la victoria al final del acto.