Las cruces sería otro desastre ecológico como Aguamilpa: Manuel Blanco

27 / Septiembre / 2013

Redacción/ primera parte

El biólogo Manuel Blanco y Correa Magallanes, investigador de la Universidad Autónoma de Nayarit, advierte los riesgos que implica la construcción de una o más presas sobre el rio San Pedro y otras tantas más sobre el río Acaponeta, así como los graves daños que como lección nos está dejando la presa de Aguamilpa y de los engaños de que se vale la CFE para construir estos proyectos sin importarle el medio ambiente.

AFV.-Biólogo, ¿cómo ve el proyecto de construcción de una presa en el estado y qué impacto cree que tendría en toda la zona de influencia?

MBC.-Yo lo veo con muchísima preocupación. Recuerdo las discusiones que tuvimos allá en el 1991 y 1992 en la Universidad con la CFE cuando iba a ser Aguamilpa. En aquel entonces yo recuerdo la posición de la CFE que decía que nada más quería que apareciera el nombre de la Universidad Autónoma de Nayarit para validar o para justificar. Ellos ya habían contratado el estudio de impacto ambiental por otro lado; nos ofrecían algo así como los espejitos que cambian por oro los españoles, que hasta nos podían llevar por helicópteros. En aquel entonces no quisimos participar. Éramos varios biólogos que estábamos de aquí, y una maestra de la UNAM, que no quisimos participar, más que nada por la arrogancia de la CFE. Esa arrogancia que da el tener todo el dinero del mundo, todo el apoyo de las instituciones, de los gobiernos, y además una aparente causa legítima universal que es producir algo que todos ocupamos que es la energía eléctrica. No participamos pero ahora yo recuerdo mucho eso. ¿Por qué la preocupación? La preocupación porque la experiencia de Aguamilpa ya nos ha dejado hechos, ya no son opiniones, son hechos. Un hecho es que estamos haciendo un estudio para calcular cuántas hectáreas se han perdido por erosión litoral en Nayarit, y estimamos que es una cifra muy grande que debe estar entre 5 mil y 10 mil hectáreas de costa que el mar se ha comido en los últimos 25 años. Obviamente no todo es atribuible a Aguamilpa, pero tenía un ritmo de erosión mucho más bajo. Coincidentemente se acelera al construirse las presas en el río Santiago, principalmente la de Aguamilpa, porque retiene los sedimentos. Los ríos llevan los sedimentos al mar y en cuanto salen al mar son tomados por La corriente litoral y construyen una nueva playa, bueno, lo hacían, según Currie, un biólogo americano que hizo investigaciones aquí en los sesentas. El da una cifra de que en promedio se construía una playa cada 13 o 14 años. Entonces el mar avanzaba 100 metros, 80 metros, 70 metros, dependiendo del sitio. Estas nuevas playas es lo que uno conocía cuando se metía al agua y caminaba dentro del agua y repente te hundías y luego volvías a subir y luego otra vez lo mismo, muy notorio en Novillero, en Las Haciendas, y todas esas playas de norte, menos notorio acá en Las Islitas, pero sí ocurre en Matanchén, aunque no tan marcado, pero sí ocurre. Entonces este señor Currie nos demuestra que durante los últimos 4 mil 700 años, casi 5 mil, la costa de Nayarit creció; sin embargo aquí se combinan dos cosas: ya es público que la elevación del nivel del mar por calentamiento climático ha estado ocurriendo desde hace 100, 200 años, pero esa elevación del nivel del mar era amortiguada por todo el sedimento que se salía. Cuando ese sedimento se queda en la presa, y Currie lo dice: el Santiago ponía el 80 por ciento de todo el sedimento desde el río Ameca hasta el río Presidio. Estamos hablando de millones y millones de toneladas de grava, arena, arcilla, etcétera; cuando eso se queda en la presa, entonces el agua sale más ligera, pero el agua sigue corriendo, pero como ya no lleva sedimento, en vez de hacer playa destruye playa. Eso es un saldo negativo que, siendo justos, no el cien por ciento corresponde a las presas, pero sí un porcentaje muy elevado. Entonces, si esto era el 80 por ciento, pongámosle que no retiene el cien por ciento, porque después de la presa también se capta sedimento, pero que retenga el 60 por ciento de todo el sedimento de toda la zona, entonces hay una pérdida de tierras por causa de un impacto ambiental. La Ley General del Equilibrio Ecológico dice que los daños al ambiente ocasionados por promoventes de actividades humanas u obras deben ser compensados, mitigados, prevenidos o restaurados. Aquí no se ha hecho nada de eso. Y en lo de compensados, yo ahí subrayaría, de esas 5 mil o 10 mil hectáreas, lo que resulte, tenían un dueño. Esas personas fueron dañadas en su patrimonio. Seguramente no hacen la conexión, no le pueden dar el seguimiento para demostrar que eso es causa de la presa, y si no quién sabe cuántas demandas habría. Entonces esa ya es una lección que nos dio una presa, la más parecida a la que quieren construir ahora; porque las demás presas que han construido atrás de Aguamilpa tienen un impacto más arriba, porque acá abajo el tapón ya se puso. Entonces con esa lección qué podemos esperar de Las Cruces. Hay diferencias: el río Santiago sale al mar; el río San Pedro sale a la laguna grande de Mexcaltitán y a la laguna del Valle. Los impactos de Aguamilpa fueron a la orilla del mar; los impactos del San Pedro van a ser en las orillas de las lagunas.