VISOR NAYARITA: ¿HACIA DÓNDE VAN NUESTROS EGRESADOS?

Por: Francisco Pérez Gómez

04 / Octubre / 2013

Cuando la Carrera más Dura Inicia.-Con bastante preocupación se observa la situación de los jóvenes que egresan de los diversos centros educativos, quienes al término de sus estudios profesionales otean con desesperanza el panorama laboral desalentador sinónimo de precariedad, insuficiencia e incertidumbre que en nada les garantiza un lugar en el sector productivo para poder aplicar lo aprendido y hacer frente a los devenires de la vida. Gusto da, que la juventud se prepare, que estudie, que se aparte de los caminos del vicio y de la delincuencia, pero no basta con generar egresados, es indispensable que existan oportunidades de empleo remunerado que les otorguen ocupación productiva.

El Mercado Laboral para nuestros egresados se compone al menos de las siguientes opciones: Ingreso al sector público, pero aquí resultan los problemas, en nuestro país para ingresar al sector público debes de pertenecer a determinado partido político o al menos tener cercanía y padrinazgo de algún conocido dentro de él, para, mediante su intervención ingresar a este sector que representa la comodidad de un ingreso seguro y significa poco trabajo, amén de que muchas de las veces, merced de la necesidad son colocados en áreas que nada tienen que ver con lo que estudiaron en su vida profesional, maestrías y doctorados, situación que deriva en ineficiencia en su encomienda laboral lo que resulta en que las dependencias públicas ofrezcan mal servicio, si a esto le aunamos el ingreso a los sindicatos da como resultado que nuestros esperanzadores jóvenes terminen convertidos en simples y déspotas burócratas.

Otra opción es la del autoempleo para aplicar de manera productiva los conocimientos y habilidades aprendidas durante su formación educativa, al escoger este camino los jóvenes emprendedores deben contar con cierto capital, ya que, como todo empresario, necesita del apoyo financiero para la compra de al menos las herramientas y artículos indispensables dependiendo del tipo de profesión, por lo que se ven obligados a solicitarles a sus padres o familiares los apoyen para tales casos; por otro lado se ven en la penosa necesidad de solicitar créditos a los bancos y/o agiotistas lo que con el tiempo los llevan al cierre de sus despachos o negociaciones por los altos intereses que tienen que cubrir, hasta la perdida del bien(es) que dejan en garantía que muchas de las veces constituye el patrimonio de la familia; cuando se decide por aprovechar los apoyos que el gobierno ofrece para tales casos, enfrentan otro de los problemas, porque resulta ser que los beneficios que ofrece el gobierno, por lo general son otorgados a aquellos que cuentan con la protección de algún político o funcionario de gobierno, coartando con ello la iniciativa de nuestros futuros empresarios, si a esto le sumamos, que diversas entidades de nuestro país no cuentan con un aglomerado de industrias que pudieran constituir un paliativo de solución, tenemos como resultado un conglomerado de profesionistas amargados y rencorosos con un sistema que no los ha sabido atender convirtiéndose en presas fáciles de agitadores sociales y de la delincuencia que les ofrecen una supuesta vida mejor a través del dinero fácil. Por otro lado constituyen un valioso mercado de mano de obra barata para los centros comerciales, quienes los explotan con horarios indiscriminados merced de su necesidad de ingresos por lo que aceptan cualquier actividad con bajos sueldos donde muchas de las veces no cuentan con una estabilidad laboral y en algunos casos carecen de todo tipo de prestaciones, todo ello bajo presiones y la constante amenaza de despido.
Otro camino que les depara a nuestros jóvenes profesionales es el camino de la Política, donde son muchos los suspirantes pero pocos los escogidos, a este estrato solo accesan aquellos que de alguna manera tienen y cuentan con algún contacto político a través de familiares conocidos y parientes; los jóvenes profesionales que logran penetrar a tan cerrado circulo son presas de la corrupción y de los malos hábitos que por lo general campea en estos renglones; porque los profesionistas que están forjados en el espíritu de servicio no tienen cabida en ella y raramente son tomados en cuenta.
Este es el panorama que espera a nuestros hijos y jóvenes que con afán ahora se empeñan en estudiar para gozar de un mejor futuro, pero que despiertan a la realidad al terminar su educación superior, ¿Qué hacer entonces? La respuesta se antoja sencilla y a la vez difícil, se plantearía la autorización de instalación de industrias en entidades donde campea la pobreza extrema, otorgándoles estímulos fiscales y la exención de permisos para su instalación y no condicionarlos. Por otro lado, no basta con implantación de apoyos y programas para emprender negocios, sino de una observancia de cómo y a quienes son otorgados y apoyar a la planta productiva ya instalada para que esté en condiciones de absorber a nuestros jóvenes profesionistas y no vayan a engrosar las filas del comercio informal y en los peores casos de la delincuencia organizada, dichas soluciones se han planteado a lo largo de varios sexenios pero no han sido aplicadas a fondo, luego pues la oportunidad se antoja única ahora que están de boga las reformas estructurales.
Esperemos y comentaremosfrago2009@hotmail.com