Nayarit Plural: ¡¡LOS VALORES TAN LLEVADOS Y TRAIDOS!!

Por Fernando Gutiérrez Meza

08 / Noviembre / 2013

Hay diferentes conceptos de la palabra valores, pero principalmente existe uno surgido en la familia, en que los padres deben educar y conducir de la mejor manera a sus hijos, con el objeto de hacerlos personas positivas, actualmente se han olvidado esos aspectos tan importantes en las pasadas generaciones, como lo hacían nuestros abuelos, hace unas décadas era casi obligado el saludar o ayudar al prójimo a cruzar la calle, el auxiliar al minusválido o discapacitado, el dejar el asiento a la mujer, o que las madres de familia se levantaran muy temprano a barrer la banqueta de sus casas, incluso, hasta ayudar al vecino cuando estos tenían algún problema.

Dentro de nuestra sociedad esa bonita palabra denominada -Valor-, es muy llevada y traída por los gobernantes, profesionales o la clase política, como el caso de la honestidad, que es la cualidad por la que la persona se determina a elegir actuar siempre con base a la verdad y en la auténtica justicia dando a cada quien lo que corresponde incluyendo ella misma.

Ser honesto es real, acorde con la evidencia que presenta el mundo y sus diversos fenómenos y elementos; es ser genuino, autentico y objetivo.
La honestidad expresa respeto por uno mismo y por los demás, que –como nosotros son como son- y no existe razón alguna para esconderlo, esa actitud siembra confianza en uno mismo y en aquellos quienes están en contacto con la persona honesta.

No consiste solo en franqueza o capacidad de decir la verdad, sino en asumir que la verdad es sólo una y que no depende de las personas o consensos sino de lo que el mundo real nos representa como innegable e imprescindible de reconocer.
Otro aspecto dentro del mismo tema es la –responsabilidad o irresponsabilidad-, que es fácil detectar en la vida diaria, particularmente con una faceta negativa la vemos en el trabajador común y corriente, en algunos profesionistas, o incluso, entre determinados gobernantes o la clase política que no hacen bien su trabajo o en los jóvenes que no obtienen buenas clasificaciones en su desempeño educativo.

Encaja en la responsabilidad un elemento indispensable que es cumplir un deber, una obligación, sea moral o legal de cumplir con lo que se ha comprometido con la sociedad.
El tema en comento da para mucho, pero cerrare con otros punto que tiene que ver con la confianza, concepto que al igual que los antes mencionados nadie lo acata, por eso, el pueblo, hablando de los políticos han perdido toda credibilidad en éstos, que cuando andan buscando un objetivo prometen los burros y las carretas, pero una vez logrado el propósito se olvidan y cambian la conducta con quienes en su momento contribuyeron para hacerlos representantes populares. Los buenos sueldos, las comodidades y los lujos influyeron en ese cambio de ser, más cuando se trata de muchos que nada tuvieron y lograron tener, -locos se quieren volver-, como reza un dicho muy común entre la prole.

En otra oportunidad continuare con el citado tema, pues hay material suficiente para seguir comentando y buscar crear conciencia de cambiar la manera de ser, cuestión difícil, aunque no imposible, pues dentro de lo mano todavía hay personas positivas y que siguen aplicando dichos conceptos, pero como manejo inicialmente todo debe comenzar en la familia, la escuela, luego en los gobiernos y consiguientemente en las instituciones y la propia sociedad en general.

Por hoy hay le cortamos, pues hay que llevar el tacuche a la tintorería para acudir al segundo informe del trabajo del bonachón presidente municipal de Tepic, Héctor González Curiel, quien seguramente estará preparada de alguna acción que pretenda implementar la doña Galicia. En fin.