LOS TRABAJADORES DEL GOBIERNO Y LAS RANAS

Por: Olegario Zamudio Quezada

08 / Noviembre / 2013

Graciela y su esposo Mauricio pusieron en mi barrio una boutique de ropa casual, quiero agregar que tienen un gusto exquisito, pues aunque la ropa de bajo costo, pareciera este ingrediente, que por lo tanto seria la ropa de baja calidad y no es así.

Cuarentones de edad los dos, con dos hijos, la boutique El rincón de Ana, es un lugar muy concurrido por jóvenes, creo que mis amigos le atinaron en hacer esta inversión, puesde esta tienda, sale para la manutención de la misma empresa y de la familia completa que la administra.

En esta Semana Santa que acaba de pasar, Graciela y su esposo fueron de vacaciones a Tlaxcala casi más de un mes, siempre que vacacionan en ese lugar, nos traen gratos recuerdos en barro y alguna que otra artesanía de esa región.

Pues ocurrió que durante las vacaciones de mis amigos, su hijita que se quedó encargada de la tienda, sentía que le picaban los pies y sin mediar palabra, hiso algo muy pero muy inteligente, para resolver este problema de la picazón.

Contrato a dos personas, que suplirían el trabajo de sus padres, otros más que los suplían a ella y su hermano, mas como la oferta de trabajo fue muy publica, hasta sus amigos quisieron ser contratados, ella conmiserándose de la necesidad de varias de sus amiguis, les dio trabajo a cuatro mas de ellas, pero de a medio turno.

Cuando los padres regresaron, se encontraron que los sueldos se habían tragado parte de la empresa, además de acuerdo a la ley, los empleados habían adquirido derechos, así es que si los pensaban correr, habría que indemnizarlos por despido injustificado.

Sin abreviar mas diré, la boutique aun subsiste, como resolvieron fue complejo, por ejemplo si un empleado ganaba mil pesos al mes, en un año ganaría doce mil pesos, más INFONAVIT, Seguro Social y otras cosas.Así es que agarraron a cada uno de los empleados, les dieron con los guardaditos acumulados, tres mil pesos a cada uno.

Pues lo mismo que enesta boutique y esta hija con falta de visión empresarial, esto mismo le pasa al Gobierno del Estado y a los Ayuntamientos, se agarraron contratando gente innecesaria tan solo por la amistad, la relación o el parentesco, no se midieron contrataron hasta las amiguis y los hijos de las amiguis.

Pero no contentos con este hecho de contratación artero, semanas antes de concluir la administración pasada, con la alcahuetería de la dirigente del SUTSEM, a toda esta gente los sindicalizaron y a ella hasta una diputación le dieron.

Esta gente entra a trabajar a las nueve de la mañana y salen a las tres de la tarde o sea, (léalo bien) trabajan seis horas diario, de aguinaldo les dan (léalo bien otra vez) setenta y cinco días de salario, entre otras más prestaciones, además aseguran que para protestar y poner de pestañas al gobierno, están prestos y solamente ocupan que su dirigente, les diga RANAS.

En la burocracia existen y es necesario reconocer, iconos de hombres y mujeres que son leyenda y honra de quien es trabajador por excelencia, de eso sus sindicatos deben sentirse orgullosos, pero tras bambalinas, agazapados se encuentran un bola de oportunistas y advenedizos que sin ningún merecimiento ostentan una plaza laboral y una filiación sindical.

Todavía tienen la desvergüenza de salir a la calle a exigir lo que ellos llaman sus derechos laborales, encabezados por la viejita del SUTSEM, que ahora que vino el Presidente Peña Nieto, furiosa y como fiera molacha, se lanzó a la yugular de la administración gubernamental estatal y de los ayuntamientos.

Graciela afirma que si indemnizaran, a los y a las amiguis que fueron contratados irregularmente y que no son necesarios para el funcionamiento administrativo gubernamental, así se ahorrarían millones y millones de pesos en un periodo de hasta en un año, por ejemplo.

Aunque asegura Rosalba hija de Graciela, quien es economista, que esto seria positivo y benéfico hasta para los nayaritas, pero si quisieran despedirlos e indemnizarlos, aunque apunta Rosalbita con las manos cruzadas entre las piernas, que a ella se le hace que no quieren despedirlos y ahorrar.